Charles Baudelaire

Caricature de Charles Baudelaire. 1863. (Sébastien Charles Giraud 1819-1892). Collection particulière.

Le 4 février 1857, Charles Baudelaire remet à l’éditeur Auguste Poulet-Malassis, installé à Alençon, un manuscrit contenant 100 poèmes. Ce chiffre lui apparaît comme un nombre d’or, symbole de perfection. Tirée à 1 300 exemplaires, la première édition des Fleurs du Mal est mise en vente le 25 juin et vendue 3 francs.

LXIX. La musique

La musique souvent me prend comme une mer!
Vers ma pâle étoile,
Sous un plafond de brume ou dans un vaste éther,
Je mets à la voile;

La poitrine en avant et les poumons gonflés
Comme de la toile,
J’escalade le dos des flots amoncelés
Que la nuit me voile;

Je sens vibrer en moi toutes les passions
D’un vaisseau qui souffre ;
Le bon vent, la tempête et ses convulsions

Sur l’immense gouffre
Me bercent. D’autres fois, calme plat, grand miroir
De mon désespoir!

Les Fleurs du mal. Section Spleen et Idéal. 1857.

Baudelaire développe dans ce poème la conception qu’il expose dans sa lettre du 17 février 1860 à Richard Wagner: “…j’ai éprouvé souvent un sentiment d’une nature assez bizarre, c’est l’orgueil et la jouissance de comprendre, de me laisser pénétrer, envahir, volupté vraiment sensuelle, et qui ressemble à celle de monter dans l’air ou de rouler sur la mer.”

C’est aujourd’hui la Fête de la Musique. Le solstice d’été.

Illustration pour Les Fleurs du Mal. 1899. (Armand Rassenfosse 1862-1934)

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges. 1921.

Gunnar Thorgilsson
(1816 – 1879)

La memoria del tiempo
está llena de espadas y de naves
y de polvo de imperios
y de rumor de hexámetros
y de altos caballos de guerra
y de clamores y de Shakespeare.
Yo quiero recordar aquel beso
con el que me besabas en Islandia.

Historia de la noche, 1977.

Gunnar Thorgilsson
(1816 – 1879)

La mémoire du temps
Est pleine d’épées et de navires
Et de poudre d’empires
Et de rumeurs d’hexamètres
Et de hauts coursiers de guerre
Et de clameurs et de Shakespeare.
Je veux me souvenir du baiser
Que tu me donnais en Islande.

Jorge Luis Borges. Histoire de la nuit, 1977. (Traduit par Silvia Baron Supervielle). Poèmes d’amour. NRF, Gallimard, 2004.

Nostalgia del presente

En aquel preciso momento el hombre se dijo:
Qué no daría yo por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de la fruta.
En aquel preciso momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.

La cifra, 1981.

Nostalgie du présent

Á cet instant précis l’homme se dit:
Que ne donnerais-je pour la joie
d’être en Islande à tes côtés
sous le grand jour immobile
et de partager le présent
comme on partage la musique
ou la saveur d’un fruit.
Á cet instant précis
l’homme était près d’elle en Islande

Le chiffre, 1981. (Traduit par Silvia Baron Supervielle). Poèmes d’amour. NRF, Gallimard, 2004.

Volcan Hekla (Islande). 1 488 m. La croyance locale voulait que ce soit l’entrée des Enfers.

Miguel Hernández 1910 – 1942

Miguel Hernández.

El Diario.es, 19/06/2019

Por Miguel Hernández y todos sus compañeros

Si realmente España es un estado de derecho y la Constitución es el baluarte que garantiza nuestros derechos y libertades, la Universidad de Alicante deberá corregir con urgencia este acto inquisitorial

Me llamo Floren Dimas y desde 1995 vengo realizando un trabajo de investigación sobre la represión franquista en la Región de Murcia. Hasta el momento llevo revisados más de 7.000 sumarios del Ejército de Tierra, 650 de la Marina y 45 del Ejército del Aire.

En el extracto que he realizado de cada uno de ellos figura, aparte de los procesados, los denunciantes y los testigos, los componentes de toda la maquinaria represora franquista: los presidentes de los tribunales militares, vocales, ponentes, fiscales y supuestos defensores de los consejos de guerra; los jueces instructores, secretarios de causas, comisarios y agentes de policía, implicados en detenciones, registros e interrogatorios; jefes de Falange y delegados del Servicio de Información e Investigación de Falange, miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil, Auditoría militar de guerra, directores y responsables de prisiones y de campos de contración y de colonias penitenciarias; en fin, todo el universo opresivo que se cernió sobre los vencidos, quedan reflejados en un trabajo en el que he invertido veinticuatro años de mi vida y que espero que vea la luz dentro de poco.

En relación con la censura aplicada por la Universidad de Alicante, para ocultar al conocimiento público el nombre de una de las piezas clave del engranaje inquisitorial, que llevó al poeta Miguel Hernández a morir en una infecta mazmorra, como lo hicieron decenas de miles de españoles ante los pelotones de fusilamiento, no puedo por menos que expresar mi indignación más rotunda, ante esta medida que nuevamente pretende coartar la libertad de expresión, y poner en riesgo la propia razón de ser del trabajo de investigación histórica.

Si realmente España es un estado de derecho y la Constitución es el baluarte que garantiza nuestros derechos y libertades, la Universidad de Alicante deberá corregir con urgencia este acto inquisitorial. O tendremos que pensar que España es otra cosa.

(Floren Dimas Balsalobre. Oficial del Ejército del Aire (RTD), investigador histórico y delegado regional de la asociacion memorialista AGE, miembro de Anemoi, (Colectivo de militares demócratas españoles) y de ACMYR (Asociación Civil Mlicia y República), cofundador de la primera asociación memorialista registrada en España.)

Postal que Miguel Hernández realizó para su hijo con el poema Rueda que irás muy lejos.

Miguel Hernández 1910 – 1942

Miguel Hernández amortajado (Eusebio de Oca), 1942.

El País, 11/05/2014 Una sentencia que llegó al Supremo y al Constitucional

La condena a muerte del poeta Miguel Hernández fue injusta y su proceso estuvo plagado de irregularidades, según los familiares del escritor, que falleció en una cárcel de Alicante, en 1942 y la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante. La familia de Miguel Hernández inició en 2010 una cruzada para que un tribunal democrático anulara la sentencia por la que un consejo de guerra franquista condenó a muerte al poeta en 1940. Franco le conmutó la pena a 30 años para evitar que se convirtiera en otro Lorca, pero en 1942, como consecuencia de las duras condiciones de la prisión, falleció. Los descendientes del poeta acudieron al Supremo con el objetivo de que quedara claro que aquel 28 de marzo de 1942 murió un hombre “inocente”, en palabras de su nuera, Lucía Izquierdo.
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, un año más tarde, en febrero de 2011 denegó la revisión de la sentencia del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández. El Tribunal rechazó la petición de la familia del poeta para interponer recurso extraordinario de Revisión, frente a la sentencia de fecha 18 de enero de 1940, dictada por el Consejo de guerra Permanente número 5 de Madrid contra Miguel Hernández, como autor de un delito de Adhesión a la Rebelión previsto en el artículo 238.2º del Código de Justicia Militar del año 1890.
La Sala denegó la interposición del recurso por inexistencia de los presupuestos del mismo, “según lo dispuesto en la ley de Memoria Histórica”, dado que dicha condena producida por motivos políticos e ideológicos ha sido reconocida por esta ley como radicalmente injusta, y declarada su ilegitimidad por vicios de fondo y forma, careciendo actualmente de vigencia jurídica.
Los familiares no se dieron por vencidos y acudieron al Tribunal Constitucional para plantear la nulidad de la condena a muerte del poeta en 1940. En un auto, del 26 de septiembre de 2012, el Alto Tribunal tampoco admitió a trámite el recurso de amparo presentado por la familia de Miguel Hernández en el que solicitaba la inconstitucionalidad de la resolución del Tribunal Supremo inadmitiendo la demanda de revisión de la sentencia que, en 1940 en un juicio sumarísimo y sin ningún tipo de garantías, condenó a muerte al inmortal poeta, según informó la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica.
El abogado de la familia, Carlos Candela, lamentó que el Tribunal “no examine a fondo el recurso” y se limite en unas pocas frases a “manifestar la inexistencia de violación de un derecho fundamental tutelable de amparo”, según dijo Candela.

El País, 18/06/2019
La Universidad de Alicante, tras la petición de un familiar, elimina de dos artículos digitales el nombre del alférez que participó en el consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández

Miguel Hernández salió de la cárcel de Sevilla inesperadamente en septiembre de 1939 y volvió a Orihuela. Fue delatado y detenido en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid. Fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940 por un Consejo de Guerra presidido por el juez Manuel Martínez Margallo en el que actuó como secretario el alférez Antonio Luis Baena Tocón. José María de Cossío y otros intelectuales amigos, entre ellos Luis Almarcha Hernández, amigo de la juventud y vicario general de la diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por él y se le conmutó la pena de muerte por la de treinta años de cárcel. También entonces influyó mucho la gestión del propio Cossío, que acudió al secretario de la Junta Política de FET y de las JONS, Carlos Sentís, y a Rafael Sánchez Mazas, vicesecretario de la misma, pero que tenía relación con el general José Enrique Varela, Ministro del Ejército, que en carta le contestó a Sánchez Mazas a mitad de 1940: “Tengo el gusto de participarle que la pena capital que pesaba sobre Don Miguel Hernández Gilabert, por quien se interesa, ha sido conmutada por la inmediata inferior, esperando que este acto de generosidad del Caudillo, obligará al agraciado a seguir una conducta que sea rectificación del pasado”. Pasó luego a la prisión de Palencia, donde decía que no podía llorar, porque las lágrimas se congelaban por el frío; en septiembre de 1940 y en noviembre, al penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema. Fue enterrado el 30 de marzo, en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante.

Manuel Martínez Margallo
Hasta hace poco, no se conocía qué juez había condenado a Miguel Hernández a muerte, aunque después se le conmutó por 30 años de cárcel. Lo reveló Juan Antonio Ríos Carratalá, autor del libro «Nos vemos en Chicote» (Renacimiento), publicado este año (2019), en el que se cuenta cómo en el popular bar de la Gran Vía de Madrid compartían tragos los periodistas y escritores que serían procesados con quienes serían sus jueces. En este caso, está la figura de Manuel Martínez Margallo, que pasó de ser escritor de revistas humorísticas como «La Codorniz» a juez de sus compañeros de profesión. Firmaba sus relatos como Manuel Lázaro. «Y se entregó con inquina inimaginable», cuenta el biografo de Miguel Hernández, José Luis Ferris.

Wikipedia Antonio Luis Baena Tocón (1915-1998) fue un militar y funcionario español que, en los años posteriores a la guerra civil española, formó parte de diversos tribunales militares de la dictadura de Francisco Franco.

Entre 1939 y 1943, con la graduación de alférez, Baena Tocón fue destinado al Juzgado Especial de Prensa,encargado de perseguir y depurar a aquellas personas que hubiesen escrito en medios de comunicación durante la República. A las órdenes del juez instructor se encargó de investigar la Hemeroteca Municipal de Madrid, anotando los nombres de escritores y periodistas junto con comentarios sobre el carácter de los presuntos delitos que habrían cometido en sus piezas literarias.

Además, fue miembro de varios consejos de guerra relacionados con el Juzgado Especial de Prensa, destacando el instruido contra el poeta Miguel Hernández, condenado a muerte en marzo de 1940 –la pena fue posteriormente conmutada por 30 años de prisión–. Baena Tocón figuró como secretario del mismo, a pesar de no tener la titulación necesaria para ello al haber aprobado tan solo unas pocas asignaturas de Derecho.

En junio de 1966 Antonio Luis Baena Tocón fue nombrado interventor delAyuntamiento de Córdoba, puesto que desempeñó hasta su jubilación. Anteriormente había sido habilitado como viceinterventor de la Diputación Provincial. Ambas plazas, como era normal durante la dictadura, fueron otorgadas en virtud de sus méritos al servicio del régimen.

En junio de 2019 la Universidad de Alicante, a solicitud de su hijo, borró de sus archivos digitales toda referencia a la participación de Antonio Luis Baena Tocón en el juicio a Miguel Hernández. Rápidamente se generó un efecto Streisand, convirtiendo el nombre de Baena Tocón en trending topic.

Miguel Hernández (Sciammarella). El País, 19 de junio de 2019.

Denis Diderot

Le Panthéon 1757-1790 (Jacques-Germain Soufflot-Jean-Baptiste Rondelet). Paris V.

On peut toujours voir sur la Montagne Sainte-Geneviève (Paris, Ve arrondissement) les portraits graffés de 28 personnalités inhumées ou honorées au Panthéon par l’artiste urbain CR 215 (Christian Guéry). Ils figurent sur le mobilier urbain des rues du V ème arrondissement. Au détour d’une ruelle, sur une façade en briques ou sur le côté d’une boîte aux lettres, surgissent ces fantômes du passé.

Aujourd’hui j’ai croisé Denis Diderot (1713-1784) rue Clotilde, près du Lycée Henri IV et du Panthéon.

Autorité politique -Article de l’Encyclopédie -1751.

” Aucun homme n’a reçu de la nature le droit de commander aux autres. La liberté est un présent du ciel, et chaque individu de la même espèce a le droit d’en jouir aussitôt qu’il jouit de la raison. Si la nature a établi quelque autorité, c’est la puissance paternelle : mais la puissance paternelle a ses bornes, et dans l’état de nature elle finirait aussitôt que les enfants seraient en état de se conduire. Toute autre autorité vient d’une autre origine que de la nature. Qu’on examine bien, et on la fera toujours remonter à l’une de ces deux sources : ou la force et la violence de celui qui s’en est emparé, ou le consentement de ceux qui s’y sont soumis par un contrat fait ou supposé entre eux et celui à qui ils ont déféré l’autorité. […] »

Entretiens sur “Le Fils naturel” : Dorval et moi », 1757.

«L’homme le plus heureux est celui qui fait le bonheur d’un plus grand nombre d’autres.»

Lettres à Sophie Volland, 1759-1774.

« Sommes nous-faits pour attendre toujours le bonheur, et le bonheur est-il fait pour ne venir jamais? »

Le Neveu de Rameau, 1762-1773. Publié en 1891.

« Pourquoi voyons-nous si fréquemment les dévots si durs, si fâcheux, si insociables? C’est qu’ils se sont imposés une tâche qui ne leur est pas naturelle. Ils souffrent, et quand on souffre, on fait souffrir les autres. »

Jacques le fataliste et son maître, 1765-1784. Publié en 1796.

«Nous croyons conduire le destin, mais c’est toujours lui qui nous mène.»
«On passe les trois quarts de sa vie à vouloir, sans faire.»
«La vérité est souvent froide, commune et plate.»

Supplément au voyage de Bougainville, 1772.
« Méfiez-vous de celui qui veut mettre de l’ordre. Ordonner, c’est toujours se rendre le maître des autres en les gênant. »

La Religieuse, vers 1780. Publié en 1796.
«Il faut peut-être plus de force d’âme encore pour résister à la solitude qu’à la misère: la misère avilit, la retraite déprave».

Denis Diderot (CR 215-Christian Guéry). Rue Clotilde. Paris V.

Cesare Pavese II 1908-1950

Cesare Pavese a pu écrire aussi certains poèmes plutôt optimistes.

Agonie

J’errerai dans les rues jusqu’à l’épuisement,
je saurai vivre seule et fixer dans les yeux
les visages qui passent tout en restant la même.
Cette fraîcheur qui monte et qui cherche mes veines
est un éveil que jamais au matin je n’avais ressenti
si réel: seulement, je me sens plus forte que mon corps,
et un frisson plus froid accompagne le matin.

Ils sont loin les matins où j’avais vingt ans.
Et demain vingt-et-un: demain je sortirai dans les rues,
j’en revois chaque pierre et les franges de ciel.
Les gens dès demain me verront à nouveau
et je marcherai droite, je pourrai m’arrêter,
me voir dans les vitrines. Les matins de jadis,
j’étais jeune et ne le savais pas, je ne savais pas même
que c’était moi qui passais – une femme, maîtresse
d’elle-même. L’enfant maigre que j’étais
s’est éveillé de pleurs qui ont duré des années:
Maintenant c’est comme si jamais ils n’avaient existé.

Je désire des couleurs et c’est tout. Les couleurs ne pleurent pas,
elles sont comme un éveil: dès demain les couleurs
reviendront. Chaque femme sortira dans la rue,
chaque corps une couleur – et même les enfants.
Ce corps vêtu d’un rouge clair
après tant de pâleur retrouvera sa vie.
Je sentirai glisser les regards près de moi,
je saurai que j’existe en jetant un coup d’œil,
je me verrai dans la foule. Chaque nouveau matin,
je sortirai dans les rues en cherchant les couleurs.

Travailler fatigue (Traduction de Gilles de Van) 1969. NRF Poésie/Gallimard.

Agonia

Girerò per le strade finché non sarò stanca morta
saprò vivere sola e fissare negli occhi
ogni volto che passa e restare la stessa.
Questo fresco che sale a cercarmi le vene
è un risveglio che mai nel mattino ho provato
così vero: soltanto, mi sento più forte
che il mio corpo, e un tremore più freddo
accompagna il mattino.
Son lontani i mattini che avevo vent’anni.

E domani, ventuno: domani uscirò per le strade,
ne ricordo ogni sasso e le strisce di cielo.
Da domani la gente riprende a vedermi
e sarò ritta in piedi e potrò soffermarmi
e specchiarmi in vetrine. I mattini di un tempo,
ero giovane e non lo sapevo, e nemmeno sapevo
di esser io che passavo-una donna, padrona
di se stessa. La magra bambina che fui
si è svegliata da un pianto durato per anni
ora è come quel pianto non fosse mai stato.

E desidero solo colori. I colori non piangono,
sono come un risveglio: domani i colori
torneranno. Ciascuna uscirà per la strada,
ogni corpo un colore-perfino i bambini.
Questo corpo vestito di rosso leggero
dopo tanto pallore riavrà la sua vita.
Sentirò intorno a me scivolare gli sguardi
e saprò d’esser io: gettando un’occhiata,
mi vedrò tra la gente. Ogni nuovo mattino,
uscirò per le strade cercando i colori.

1933.

Lavorare stanca, Florence 1936.

Cesare Pavese.

Cesare Pavese I 1908 – 1950

Cesare Pavese.

Cesare Pavese est né le 9 septembre 1908 à Santo Stefano Belbo (Province de Coni, dans le Piémont). Il partage les premières années de son enfance entre Turin et les collines piémontaises, les Langhe, vallées étroites et difficiles d’accès. C’est aussi la région d’un auteur italien que j’aime beaucoup, Beppe Fenoglio (1922-1963) (La Guerre sur les collinesIl partigiano Johnny, 1968; roman traduit chez Gallimard en 1973) Il a six ans quand son père, modeste greffier auprès du tribunal de Turin, meurt d’une tumeur cérébrale. Il est élevé par une mère seule, autoritaire et puritaine. Il se lie d’amitié au lycée Massimo d’Azeglio de Turin avec Giulio Einaudi (1912-1999), Leone Ginzburg (1909-1944), Massimo Mila (1910-1988). Il étudie la littérature anglaise à Turin et écrit une thèse sur le poète américain Walt Whitman en 1930. Il traduit magnifiquement en italien Moby Dick d’Herman Melville en 1932 et aussi des œuvres de John Dos Passos, Sherwood Anderson, Gertrude Stein, William Faulkner, Daniel Defoe, James Joyce ou Charles Dickens.

Il collabore dès 1930 à la revue La Cultura, éditée par Einaudi. Il publie des articles sur la littérature américaine et en 1936 son recueil de poèmes Travailler fatigue (Laborare stanca), année où il devient professeur d’anglais.

Il s’inscrit de 1932 à 1935 au Parti national fasciste, sous la pression, selon lui, des membres de sa famille. En conformité avec le régime, il est choisi en 1934 comme directeur de la revue La Cultura, qui est devenu la tribune de ses amis de Giustizia e Libertà, groupe anti-fasciste. Pavese est arrêté le 15 mai 1935 pour activités anti-fascistes. Il est exclu du parti et relégué en Calabre à Brancaleone, petit village au bord de la mer Ionenne du 4 août 1935 au 15 mars 1936. A partir de 1936, il devient l’un des principaux collaborateurs de la maison d’édition Einaudi, fondée le 15 novembre 1933. En 1939, il écrit le récit Le Bel Été qui ne paraît qu’en 1949, accompagné de deux autres textes: Le Diable sur les collines et Entre femmes seules. Ce livre obtient le Prix Strega et sera adapté librement au cinéma par Michelangelo Antonioni en 1955 (Femmes entre elles – Le Amiche)

Cesare Pavese adhère au Parti communiste italien en novembre 1945 et écrit régulièrement dans L’ Unità. Il s’établit à Serralunga di Crea (province d’Alexandrie, dans le Piémont), puis à Rome, à Milan et finalement à Turin. Il travaille toujours pour les éditions Einaudi et ne cesse d’écrire durant ces années-là. En 1949 paraît son roman, La Lune et les Feux, souvenir de l’enfance et du monde.
Il connaît un amour malheureux pour l’actrice américaine Doris Dowling (1923-2004), rencontrée à Rome en 1950. Cesare Pavese se suicide dans la nuit du 26 au 27 août 1950, en absorbant une vingtaine de cachets de somnifère dans une chambre de l’hôtel Roma, place Carlo-Felice à Turin, laissant sur sa table un mot: «Je pardonne à tout le monde et à tout le monde, je demande pardon. Ça va? Ne faites pas trop de commérages.» Il laisse aussi un dernier recueil de poèmes, La mort viendra et elle aura tes yeux, lequel se termine par:«Assez de mots. Un acte!». Il allait avoir 42 ans.
Il a aussi tenu un journal intime (1935-1950), paru en 1952, sous le titre Le Métier de vivre. Il l’achève le 18 août 1950 par ces mots: “La chose le plus secrètement redoutée arrive toujours. J’écris: ô Toi, aie pitié. Et puis? Il suffit d’un peu de courage. Plus la douleur est déterminée et précise, plus l’instinct de la vie se débat, et l’idée du suicide tombe. Quand j’y pensais, cela semblait facile. Et pourtant de pauvres petites femmes l’ont fait. Il faut de l’humilité, non de l’orgueil. Tout cela me dégoûte. Pas de paroles. Un geste. Je n’écrirai plus.”
Ce journal permet de mesurer la profondeur et la constance de son état dépressif.

Natalia Ginzburg (1916-1991) écrit dans Portrait d’un ami, publié en 1957, mais repris dans Les petites vertus (Ypsilon. Éditeur, 2018). Voir le blog à la date du 26 décembre 2018:
«Parler avec lui, d’autre part, n’était jamais facile, même lorsqu’il était de bonne humeur; mais un entretien avec lui, même fait de peu de mots, pouvait être plus tonique et stimulant qu’avec quiconque. En sa compagnie, nous devenions bien plus intelligents, nous nous sentions poussés à mettre dans les mots ce que nous avions en nous de meilleur et de plus sérieux, nous rejetions les lieux communs, les idées imprécises, les paroles confuses.»

Gérard de Nerval

Plaque en hommage à Gérard de Nerval, sur la place du même nom. Senlis (Oise).

Fantaisie

Il est un air pour qui je donnerais
Tout Rossini, tout Mozart et tout Weber,
Un air très-vieux, languissant et funèbre,
Qui pour moi seul a des charmes secrets.

Or, chaque fois que je viens à l’entendre,
De deux cents ans mon âme rajeunit:
C’est sous Louis treize; et je crois voir s’étendre
Un coteau vert, que le couchant jaunit,

Puis un château de brique à coins de pierre,
Aux vitraux teints de rougeâtres couleurs,
Ceint de grands parcs, avec une rivière
Baignant ses pieds, qui coule entre des fleurs;

Puis une dame, à sa haute fenêtre,
Blonde aux yeux noirs, en ses habits anciens,
Que dans une autre existence peut-être,
J’ai déjà vue… et dont je me souviens!

Odelettes.

La rue de la Vieille Lanterne.Le Suicide de Gérard de Nerval. (Gustave Doré) 1855

Charles Filiger 1863 – 1928

André Cariou, ancien conservateur du Musée des beaux-arts de Quimper, a passé dix années à faire des recherches sur Charles Filiger, peintre maudit de L’Ecole de Pont-Aven. Grâce à ce travail de longue haleine, il a publié en mars 2019: Filiger – Correspondances et sources anciennes aux Éditions Locus Solus. 35 €.

Le Musée des beaux-arts de Quimper ne possédait à l’origine aucune œuvre de Filiger. André Cariou en devint le conservateur en 1984: «Ses tableaux étaient la propriété de sept collectionneurs et grands marchands, à New York et Lausanne. C’était quasiment impossible de rentrer dans le jeu»

Charles Filiger est né à Thann (Haut-Rhin) le 28 novembre 1863. Son père, dessinateur et coloriste, l’inscrit à l’École des arts décoratifs à Paris. Il y arrive vers 1886. Il fréquente l’Académie Colarossi au 10 rue de la Grande-Chaumière. Il expose au Salon des indépendants en 1889 et 1890. Il arrive à Pont-Aven à la Pension Gloanec en 1888. Il s’installe ensuite à l’auberge de Marie Henry au Pouldu. Il y cotoie Paul Gauguin, Meyer de Haan et Paul Sérusier. Grâce à Gauguin, il se fait vite une place dans le milieu symboliste. Mais en 1893, il se retire et vit dans la misère dans une ferme au hameau de Kersulé, à proximité du Pouldu. Le comte Antoine de la Rochefoucault (1862-1959) est un temps son mécène. Il lui verse une rente mensuelle de 150 francs en échange de l’essentiel de sa production. Les critiques d’Alfred Jarry et de Rémy de Gourmont sont élogieuses. Filiger vit en retrait du monde. Il erre misérablement en Bretagne: Rochefort-en-Terre, le Pouldu à nouveau, Malestroit, Gouarec, Guémené-sur-Scorf, Arzano, Trégunc, Plougastel-Daoulas. Il est devenu taciturne et a des crises de mysticisme. Il est alcoolique et se drogue de plus en plus à l’éther. Il peint peu mais des œuvres d’une grande sophistication, empreintes d’une grande religiosité. Il meurt, tout à fait oublié, à Plougastel-Daoulas, le 11 janvier 1928, à 65 ans.

Le conservateur Alain Cariou a commençé à acheter ses œuvres peu à peu. Le musée en posséde dix-sept, dont un magnifique tableau du Pouldu. En 2003, lors la grande vente de la collection d’André Breton, il en achète deux. Il poursuit ses recherches et entre en contact avec la fille d’André Breton, Aube Breton-Elléouët, qui vit à Tréguier. Elle lui remet un gros classeur, le dossier personnel qu’avait constitué André Breton sur Filiger. Il envisageait de lui consacrer un livre. La fille d’André Breton lui donne ensuite une dizaine d’œuvres de Filiger. André Cariou prend sa retraite en 2012 mais ne cesse pas ses recherches.

Paysage du Pouldu. vers 1892. Musée des beaux-arts de Quimper.

L’éditeur Locus Solus (Châteaulin, Finistère) publie aujourd’hui cette somme, fruit de dix ans de travail. La parution de ce beau livre est complétée par une exposition à Paris-VIII, organisée du 27 mars au 22 juin, à la galerie Malingue, au 26 avenue Matignon. André Cariou en est le commissaire. La galerie Malingue présente là près de 80 œuvres de Filiger provenant de collections privées et de musées (Albi, Quimper, Brest, Saint-Germain-en-Laye).

Nous avons visité hier avec grand intérêt cette très belle exposition de ce peintre méconnu dont les œuvres avaient déjà attiré notre attention au Musée de Pont-Aven d’abord, puis lors de l’exposition Le Talisman de Sérusier, une prophétie de la couleur au Musée d’Orsay cet hiver.

Fernando Pessoa

Fernando Pessoa. Hétéronymes.

XXI

Si je pouvais croquer la terre entière
Et lui trouver un goût,
Et si la terre était une chose à croquer,
J’en serais plus heureux un instant…
Mais moi ce n’est pas toujours que je veux être heureux.
Il faut bien être de temps à autre malheureux
Afin de pouvoir être naturel…
Ce n’est pas tous les jours qu’il fait soleil,
Et la pluie, quand elle manque beaucoup, on la demande.
C’est pourquoi je prends le malheur avec le bonheur
Naturellement, comme qui ne s’étonne point
Qu’il y ait montagnes et plaines
Ainsi qu’herbes et rochers…

Ce qu’il faut c’est être naturel et calme
Dans le bonheur comme dans le malheur,
Sentir comme l’on voit,
Penser comme l’on marche,
et, lorsqu’on va mourir, se rappeler que le jour meurt,
Et que le couchant est beau et belle la nuit qui se fait…
Et que si ainsi sont les choses, c’est que les choses sont ainsi.

Daté du 7 mars 1914, publié dans Åtica, 1946

Alberto Caeiro, Le Gardeur de Troupeaux.
Traduction Patrick Quillier et Maria Antonia Câmara Manuel.

Fernando Pessoa. Oeuvre poétiques. Bibliothèque de la Pléiade, NRF, Gallimard.

XXI

Se eu pudesse trincar a terra toda
E sentir-lhe um paladar,
E se a terra fosse uma coisa para trincar
Seria mais feliz um momento…
Mas eu nem sempre quero ser feliz.
É preciso ser de vez em quando infeliz
Para se poder ser natural…

Nem tudo é dias de sol,
E a chuva, quando falta muito, pede-se.
Por isso tomo a infelicidade com a felicidade
Naturalmente, como quem não estranha
Que haja montanhas e planícies
E que haja rochedos e erva…

O que é preciso é ser-se natural e calmo
Na felicidade ou na infelicidade,
Sentir como quem olha,
Pensar como quem anda,
E quando se vai morrer, lembrar-se de que o dia morre,
E que o poente é belo e é bela a noite que fica…
Assim é e assim seja…

Alberto Caeiro, O Guardador de Rebanhos.