Victoria Amelina – Héctor Abad Faciolince

Victoria Amelina. Lviv (Ukraine), 19 juin 2023.

Mardi 27 juin, deux missiles sol-air S-300 ont frappé la ville ukrainienne de Kramatorsk, située dans l’est du pays (150 000 habitants avant la guerre). On dénombre onze morts (dont trois enfants) et une soixantaine de blessés. L’attaque a détruit le restaurant Ria Pizza, un établissement apprécié par les journalistes et les militaires. Les frappes russes ont touché aussi des habitations, des commerces, un bureau de poste et d’autres bâtiments.

[ Le Monde, 28/06/2023

Trois personnalités colombiennes, dont l’écrivain Héctor Abad Faciolince, ont été légèrement blessées dans le bombardement qui a visé mardi soir un restaurant bondé de Kramatorsk, dans l’est de l’Ukraine, ont annoncé les intéressés.
« Alors que nous dînions dans le restaurant Ria Pizzeria avec Victoria Amelima, une extraordinaire écrivaine ukrainienne, et la grande journaliste (colombienne) Catalina Gómez, le restaurant a été la cible d’une frappe de missile russe », indique un communiqué signé d’Héctor Abad Faciolince et Sergio Jaramillo.
Ecrivain à la renommée internationale, Héctor Abad Faciolince est notamment l’auteur de L’oubli que nous serons, succès littéraire dont un film a été tiré en 2020. Sergio Jaramillo, homme politique colombien, fut l’un des principaux négociateurs de l’accord de paix signé en 2016 avec la guérilla marxiste des FARC. Tous deux, ainsi que la journaliste Catalina Gómez Ángel, ont été « légèrement blessés » dans l’attaque et hospitalisés, selon leur communiqué. ]

Victoria Amelina est dans un état critique. Son roman Un hogar para Dom, publié en 2017, vient de paraître en espagnol chez Avizor Ediciones. Héctor Abad Faciolince et Sergio Jaramillo séjournaient en Ukraine pour exprimer la solidarité de l’Amérique latine.

Sergio Jaramillo et Héctor Abad Faciolince.

Héctor Abad Faciolince est un célèbre écrivain et journaliste colombien. Il est né le 1 octobre 1958 à Medellín.
Son père, Héctor Abad Gómez, médecin social, professeur d’université et personnalité humaniste de la ville, fut un défenseur des droits de l’homme en Colombie dans les années 1970 et 1980, jusqu’à son assassinat dans la rue Argentina de Medellín le 25 août 1987 par des militaires ou des paramilitaires. Il avait 65 ans.

Principales œuvres :

  • Tratado de culinaria para mujeres tristes. Première edition Medellín, 1996, Celacanto editores. Reedité par Alfaguara en 1997. (Traité culinaire à l’usage des femmes tristes. Paris, Éditions JC Lattes. Traduction : Claude Bleton.)
  • Fragmentos de amor furtivo. Editorial Alfaguara, 1998.
  • Asuntos de un hidalgo disoluto. Première édition Tercer Mundo, 1994. Réédité par Alfaguara en 1999.
  • Basura. Lengua de Trapo, 2000. Premier Prix Casa de América de Narrativa Americana Innovadora.
  • Angosta. Seix-Barral, 2004. (Éditions JC Lattes, 2010. Traduction : Anne Proenza.)
  • El olvido que seremos. Planeta, 2006. (L’oubli que nous serons. Gallimard Du monde entier, 2010. Préface de Mario Vargas Llosa, Traduction Albert Bensoussan). Ce livre raconte la vie et la mort de son père et l’histoire tragique de son pays.
  • El amanecer de un marido. Seix Barral, 2008.
  • Traiciones de la memoria, 2009. (Trahisons de la mémoire. Éditions Gallimard, collection Arcades, 2016. Traduction Albert Bensoussan.)
  • La Oculta, 2014. (La Secrète. Éditions Gallimard Du monde entier, 2016. Traduction Albert Bensoussan).
  • Salvo mi corazón, todo está bien. Alfaguara. 2022.

Le réalisateur espagnol Fernando Trueba a réalisé en 2020 un film L’Oubli que nous serons (El olvido que seremos), d’après le roman éponyme, avec Javier Cámara.

https://www.youtube.com/watch?v=uQmZ6Pm4SxU

On peut lire un article de Philippe Lançon sur cet auteur dans Libération le 11 novembre 2010.

https://www.liberation.fr/livres/2010/11/11/la-voix-du-sang_692849/

« C’est l’un des paradoxes les plus tristes de ma vie : presque tout ce que j’ai écrit, je l’ai écrit pour quelqu’un qui ne peut pas me lire, et ce livre même n’est rien d’autre que la lettre adressée à une ombre. »

Les deux œuvres qui ont le plus inspiré Héctor Abad Faciolince sont Les Mots de la tribu de Natalia Ginzburg et la Lettre au père de Franz Kafka.

Critique de Nathalie de Courson dans La Cause Littéraire le 11 décembre 2017.

https://www.lacauselitteraire.fr/l-oubli-que-nous-serons-hector-abad

Folio n° 5372. Mars 2012.

Gabriel García Márquez – Franz Kafka

Dessin de Franz Kafka.

La Grande Librairie, une émission littéraire (sic) le 31 mai dernier sur France 5 (Présentateur : Augustin Trappenard). Faïza Guène, autrice de Kiffe Kiffe demain (Hachette littérature, 2004) éreinte La Métamorphose de Franz Kafka, tout en confondant auteur et personnage. ” En gros, c’est un mec qui se lève un matin, il a la flemme, il va pas au travail et il se transforme en cafard. ” ” J’ai envie de lui mettre un coup de baygon à la page 50. ” Philippe Besson en rajoute : « C’est un texte aussi que je supporte pas, j’ai beaucoup de mal. Je trouve ça en fait “malaisant” tout le temps c’est-à-dire, je me sens très mal avec ce type qui se débat en cafard, où y a jamais aucun espoir, je suis consterné par ça. » Médiocrité de l’époque, nullité de la télévision.

Les mains de Gabriel García Márquez (Kim Manresa)

RFI ,18/04/2014

García Márquez, el autor que revelaba los secretos del escritor

García Márquez, el escritor fallecido este 17 de abril a los 87 años de edad, revelaba sin misterios las claves de la creación literaria. El Nobel colombiano evocó algunas de ellas en esta entrevista concedida a la periodista de RFI Conchita Penilla para un documental de France 3 difundido en 1998.
En la intimidad del escritor y la página en blanco ocurre un misterioso proceso de creación que Gabriel García Márquez, el novelista fallecido este jueves en su residencia de Ciudad de México a los 87 años de edad, evocaba con mucha generosidad.
Éste fue el caso de una de las últimas largas entrevistas que concedió a un canal de televisión. Se trata del documental “La escritura embrujada” para el programa “Un siglo de escritores” de la cadena de televisión pública francesa France 3 difundido en marzo de 1998 y realizado por la periodista de RFI Conchita Penilla.
En ese encuentro con la periodista colombiana, García Márquez rinde homenaje a los autores que ejercieron una gran influencia en su obra, en particular Franz Kafka. Pero, ¿por qué el libro de un escritor de origen judío nacido en Praga en 1883 podía inspirar a un colombiano nacido cerca al mar Caribe en 1927?
García Márquez explica que cuando terminó el bachillerato “ya tenía una noción de lo que era un cuento”, pero “no los sabía escribir (…) siempre les faltaba algo”. La lectura de una novela corta de Kafka le permitió superar ese obstáculo mayor.

‘Metamorfosis’ gracias a Kafka
“Cuando entré a la facultad de derecho, en Bogotá, una noche entré a la pensión de estudiantes donde vivía. Tenía un amigo que leía mucho y me pasó un librito pequeño amarillo y me dijo: ‘Léete eso’. Yo leía mucho, leía todo lo que me caía en las manos y abrí este libro y decía: ‘Una mañana, después de un sueño tormentoso, Gregorio Samsa se encontró convertido en un gigantesco insecto’”.
El Nobel de literatura olvidó la reacción física de su cuerpo en ese instante, pero recuerda en cambio la sensación que experimentó: “Fue como si me hubiera caído de la cama”. Para el joven que soñaba con convertirse en escritor, leer esa frase de Kafka fue una “revelación”. Por primera vez vislumbró la existencia de una puerta que él también podría abrir.
“Antes de ese momento (la lectura de La Metamorfosis), yo probablemente había pensado que eso no se podía hacer. Y esto a pesar de que me había tragado completitas Las mil y una noches. Pero aquí había algo importante, una cuestión de método para contar algo, lo que yo no tenía. Fue una verdadera resurrección”.
El novelista colombiano recuerda que luego de esa lectura se levantó y escribió su primer cuento (La tercera resignación), el primero que publicó en el diario El Espectador donde trabajó durante algunos años como periodista. A partir de ahí, todas sus lecturas se orientaron hacia la novela contemporánea.
La clave de la ficción es la credibilidad
Si el método es fundamental, uno de los mayores descubrimientos que hizo García Márquez durante su carrera fue el papel que desempeña el destinatario final de la obra, el lector. “Un escritor puede escribir lo que le de la gana siempre que sea capaz de hacerlo creer. El problema de la ficción, el problema de la literatura, es precisamente el problema de la credibilidad”.
De algún modo llegó a la conclusión de que debía convencer a los lectores de la misma manera en que su abuela lo convencía a él cuando contaba ciertas historias imposibles de creer: “Mi abuela era capaz de decir las cosas más extraordinarias y menos verosímiles pero con una ‘cara de palo’ tal que no cabía ninguna duda de que ella lo creía y que por consiguiente era verdad”.
Adoptar una ‘cara de palo’, es decir, el rostro impasible y grave del que está seguro de lo que dice, sólo es posible si el propio autor está íntimamente convencido de lo que está narrando. Por eso García Márquez lanza esta advertencia a manera de consejo a quienes se dedican a la ficción: “Lo que uno no cree, no puede hacerlo creer”.
Si, de acuerdo, pero ¿cómo? ¿Cuál es el camino? Porque si el principio es relativamente fácil de entender, ponerlo en práctica parece extremadamente difícil, sólo accesible a unos pocos. García Márquez no negaba esa inmensa dificultad, ese privilegio de unos pocos. Para esto también tenía un análisis muy lúcido, basado en su propia experiencia.
“A veces hay el talento sin la vocación y hay la vocación sin el talento. Cuando uno nace con esas dos virtudes no hay nada que lo detenga, yo desde que nací sabía que iba a ser escritor, quería ser escritor, tenía la voluntad, la disposición, el ánimo y la aptitud para ser escritor. Siempre escribí, nunca pensé que pudiera hacer otra cosa. Estaba dispuesto a morirme de hambre pero ser escritor”.

Lisez la biographie Kafka. Tome I. Le temps des décisions de Reiner Stach (traduction de l’allemand par Régis Quatresous, Le Cherche Midi, 956 p., 29,50 €.) et les deux tomes de La Pléiade Journaux et lettres III, IV : 1897-1924.

Franz Kafka – Milena Jesenská

Franz Kafka (Andy Warhol) 1980.

M. m’a poussé à rechercher cette lettre de Kafka à Milena, que j’aime particulièrement, dans les deux dernières traductions parues. Gallimard avait publié la traduction d’Alexandre Vialatte en 1956. Milena avait confié les lettres de Kafka à l’écrivain et journaliste allemand Willy Haas (1891-1973), qui fut marié de 1920 à 1936 à sa grande amie, la traductrice Jarmila Reiner (1896-1990). Willy Haas revint en Europe en 1947, récupéra ces lettres qu’il avait laissées en lieu sûr et les édita à New York en 1952 avec une préface, mais sans l’autorisation de la fille de Milena, Jana Cerná (1928-1981).

Franz Kafka, Prague, fin mars ou début avril 1922. Á Milena. Traduction : Robert Kahn. NOUS, 2015.

« Voilà si longtemps que je ne vous ai pas écrit, Madame Milena, et même aujourd’hui je n’écris qu’à la suite d’un hasard. Je n’aurais en fait pas à m’excuser de ne pas vous avoir écrit, vous savez bien à quel point je hais les lettres. Tout le malheur de ma vie, – ce qui ne veut pas dire que je me plains, mais que je veux faire une constatation dans l’intérêt général – vient, si l’on veut, des lettres ou de la possibilité d’en écrire. Les êtres humains ne m’ont presque jamais trompé, mais les lettres toujours, et, en fait, pas celles des autres mais les miennes. Dans mon cas c’est un malheur particulier, dont je ne veux pas parler davantage, mais aussi en même temps un malheur général. La facilité de l’écriture des lettres -d’un point de vue simplement théorique- doit avoir causé une effroyable désagrégation des âmes dans le monde. C’est une fréquentation des fantômes et, pas seulement du fantôme du destinataire mais aussi de son propre fantôme, qui se développe sous la main dans la lettre qu’on écrit, ou même dans une suite de lettres, quand une lettre durcit l’autre et peut la faire témoigner. Comment a-t-on pu en arriver à penser que les êtres humains pourraient se fréquenter grâce aux lettres ! On peut penser à quelqu’un d’éloigné et on peut saisir quelqu’un de proche, tout le reste est hors du pouvoir de l’être humain. Mais écrire des lettres, cela signifie se dénuder devant les fantômes, ce qu’ils attendent avidement. Les baisers écrits ne parviennent pas à destination, mais les fantômes les boivent sur le chemin jusqu’à la dernière goutte. Grâce à cette riche nourriture ils se multiplient incroyablement. L’humanité le sent et lutte contre cela, et pour exclure le plus possible le fantomatique d’entre les êtres humains, pour atteindre la fréquentation naturelle, la paix des âmes, elle a inventé le train, l’auto, l’aéroplane, mais cela ne sert plus à rien, ce sont visiblement des inventions qui ont été faites dès la chute, l’adversaire est beaucoup plus calme et plus fort, il a inventé après la poste le télégraphe, le téléphone, la télégraphie sans fil. Les fantômes ne mourront pas de faim, mais nous serons anéantis.
Je m’étonne que vous n’ayez encore rien écrit à ce sujet, non pour éviter ou atteindre quelque chose par la publication, pour cela il est trop tard, mais pour au moins « leur » montrer qu’on les a reconnus.
On peut d’ailleurs aussi « les » reconnaître aux exceptions, en effet ils laissent parfois passer une lettre sans anicroches et elle arrive comme une main amicale, elle se pose, légère et bonne dans la vôtre. Bon mais cela aussi n’est probablement que l’apparence, et de tels cas sont peut-être les plus dangereux, dont l’on doit se protéger plus que des autres, mais, si c’est une tromperie, elle est en tout cas parfaite.
Il m’est arrivé aujourd’hui quelque chose de semblable et voilà en fait pourquoi j’ai eu l’idée de vous écrire. J’ai reçu aujourd’hui une lettre d’un ami que vous connaissez aussi; nous ne nous étions pas écrit depuis longtemps, ce qui est des plus raisonnables. Va avec ce qui précède le fait que les lettres sont d’extraordinaires antisomnifères. Dans quel état arrivent-elles ! Desséchées, vides et énervantes, une joie d’un instant suivie d’une longue souffrance. Pendant qu’on les lit dans l’oubli de soi, le peu de sommeil qu’on a se lève, s’envole par la fenêtre ouverte et ne revient pas avant longtemps. Voilà donc pourquoi nous ne nous écrivons point. Mais je pense souvent à lui, même si c’est trop fugitif. Toute ma pensée est trop fugitive. Mais hier soir j’ai beaucoup pensé à lui, pendant des heures, j’ai passé les heures nocturnes au lit, si précieuses pour moi à cause de leur hostilité, à reprendre toujours les mêmes mots dans une lettre imaginée par laquelle je lui donnais des informations qui me paraissaient alors très importantes. Et le matin une lettre de lui est vraiment arrivée, elle contenait en plus la remarque que mon ami avait eu l’impression depuis un mois ou plus exactement un mois auparavant qu’il devait venir me voir, une remarque qui correspond curieusement à des choses que j’ai vécues.
Cette histoire de lettres m’a donné l’occasion d’écrire une lettre, et puisque j’écrivais, comment aurais-je pu alors ne pas vous écrire aussi, Madame Milena, à vous qui êtes celle à qui j’aime le plus écrire. (si tant est qu’on puisse seulement aimer écrire, ce qui n’est dit que pour les fantômes, ces êtres lubriques qui assiègent ma table)

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Cela fait longtemps que je n’ai rien trouvé de vous dans les journaux, à part les articles sur la mode, qui m’ont paru dans les derniers temps, à quelques exceptions près, joyeux et sereins, même le dernier article du printemps. Il est vrai que je n’avais pas lu la Tribuna pendant trois semaines (je vais pourtant essayer de me la procurer) j’étais à Spindelmühle.

Franz Kafka, Journaux et lettres 1914-1924. Oeuvres complètes IV. Bibliothèque de la Pléiade. NRF. Gallimard. 2022. Traduction : Jean-Pierre Lefebvre.

22-17. Á Milena Pollack

Prague [, le 6 avril 1922, ou après].

« Il y a si longtemps que je ne vous ai pas écrit, Madame Milena, et de plus, je ne vous écris qu’à la suite d’un hasard. Á dire vrai, Je n’aurais pas à m’excuser de ne pas vous avoir écrit, vous savez, n’est-ce pas, combien je hais les lettres. Tout le malheur de ma vie, – disant cela, je n’entends pas me plaindre, mais faire une constatation instructive générale – provient, si l’on veut, des lettres ou de la possibilité d’en écrire. Les êtres humains ne m’ont presque jamais trompé, mais les lettres toujours, non pas celles des autres, là encore, mais les miennes. C’est un malheur particulier dans mon cas, dont je ne veux pas parler davantage, mais en même temps aussi un malheur universel. La facilité qu’il y a à écrire des lettres doit – d’un point de vue purement théorique – avoir produit dans le monde une affreuse désagrégation des âmes. Car il s’agit d’un commerce avec les spectres, et ce, non seulement avec le fantôme du destinataire, mais aussi avec son propre fantôme, qui se développe sous votre main dans la lettre qu’on écrit, ou alors même dans une série de lettres, où chaque lettre endurcit l’autre et peut se réclamer d’elle comme de son témoin. Comment en est-on seulement venu à l’idée que les gens puissent commercer entre eux par lettres ! On peut penser à un être éloigné et l’on peut attraper un être proche, toute autre chose dépasse les forces humaines. Mais écrire des lettres signifie se mettre à nu devant les spectres, ce qu’ils attendent avec avidité. Les baisers écrits n’ arrivent pas à destination, mais sont bus en route par les spectres. Cette abondante nourriture leur permet de se multiplier en quantité inouïe. L’humanité ressent cela et se bat là contre, pour neutraliser le plus possible ce qu’il y a de fantomatique entre les êtres, et accéder au commerce naturel, à la paix des âmes ; elle a inventé les chemins de fer, l’auto, l’aéroplane, mais ça ne sert plus à rien, ce sont manifestement des inventions, faites alors qu’on est déjà dans la chute, la partie adverse s’en trouve d’autant plus tranquille et forte ; après la poste elle a inventé le télégraphe, le téléphone, la télégraphie sans fil. Les esprits ne mourront pas de faim, mais ils sombreront.
Je m’étonne que vous n’ayez pas encore écrit sur ce sujet, non pas pour empêcher ou obtenir quelque chose par la publication, pour cela il est trop tard, mais pour au moins « leur » montrer au moins qu’on les a reconnus.
On peut du reste aussi les reconnaître aussi aux exceptions, parfois en effet ils laissent passer une lettre sans l’empêcher, et elle arrive comme une main amicale, se pose légère et bonne dans la vôtre. Á dire vrai, cela aussi n’est vraisemblablement qu’apparence et ces cas d’espèce sont peut-être les plus dangereux, dont il faut davantage se garder que d’ autres, mais, si ce n’est qu’une illusion, elle est en tout cas parfaite.
Quelque chose de semblable m’est arrivé aujourd’hui et c’est pourquoi j’ai eu l’idée de vous écrire. J’ai reçu aujourd’hui une lettre d’un ami que vous connaissez ; il y a déjà longtemps que nous nous écrivons , ce qui est extrêmement raisonnable. Il ressort n’est-ce pas de ce qui est dit ci-dessus que les lettres sont un merveilleux antisomnifère. Dans quel état arrivent-elles ! Desséchées, vides et exaspérantes, avec à l’arrière- plan de ces sentiments une joie d’un instant mariée à une longue souffrance. Quand on les lit en s’ oubliant, le peu de sommeil qu’on a se lève, s’envole par la fenêtre ouverte et ne revient pas de longtemps. C’est donc pourquoi nous ne nous écrivons pas. Mais je pense souvent à lui, quoique de façon trop fugace. Ma pensée tout entière est trop fugace. Mais hier soir, j’ai beaucoup pensé à lui, pendant des heures, j’ai employé les heures de nuit dans mon lit, si précieuses pour moi en raison de leur hostilité, à lui répéter continûment dans une lettre imaginaire quelques informations qui jadis m’ apparaissaient extrêmement importantes. Et vers le matin est réellement arrivée une lettre de lui contenant par surcroît la remarque que depuis un mois ou plus exactement un mois auparavant cet ami avait eu le sentiment qu’il devait venir me voir, une remarque qui s’accorde avec des choses que j’ai vécues.
Cette histoire de lettre m’a donné l’occasion d’écrire une lettre, et dès lors que j’en ai déjà écrit une comment devrais-je alors ne pas vous écrire aussi, Madame Milena, la personne à laquelle je préfère peut-être écrire. (dans la mesure tout simplement où l’on peut aimer écrire, ce qui n’est dit que pour les fantômes libidineux qui assiègent mon bureau).

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Il y a déjà longtemps que je ne trouve rien de vous dans les journaux, sinon des articles sur la mode, qui m’ont paru ces derniers temps réjouissants et paisibles, à quelques petites exceptions près, surtout le dernier article sur le printemps. Il est vrai qu’auparavant, pendant trois semaines, je n’ai pas lu la Tribuna (je tenterai cependant de me la procurer) j’étais à Spindelmühle.

Alexandre Vialatte à propos des Lettres à Milena de Franz Kafka.
Lectures pour tous – 04.09.1956 – 09:04.

https://www.ina.fr/ina-eclaire-actu/video/i05049237/alexandre-vialatte-a-propos-des-lettres-a-milena-de-franz-kafka


Milena Jesenská – Franz Kafka

Milena Jesenská. Milieu des années 20.

Lectures croisées : Kafka. Journaux et lettres. Oeuvres complètes. Tomes III (1897-1914) et IV (1914-1924). Bibliothèque de la Pléiade. NRF. Édition publiée sous la direction de Jean-Pierre Lefebvre. 2022.
Claude Thébaut. Les métamorphoses de Franz Kafka. Découvertes Gallimard. 1996.

Hier après-midi, j’ai acheté à la Librairie Compagnie (58 Rue des Écoles, 75005 Paris) Vie de Milena de sa fille Jana Cerná (1928-1981). Édition La Contre allée, 2014. Le livre a été publié en 1969 en Tchécoslovaquie

Franz Kafka rencontre Milena Jesenská ( Prague 10 août 1896-17 mai 1944) à Prague, au café Arco, sans doute à l’automne 1919. C’est l’épouse d’Ernst Pollak (1886-1947), un personnage important de la scène littéraire pragoise, ami de Max Brod, Willy Haas et Franz Werfel. La jeune femme vit alors à Vienne. Elle fait un bref séjour à Prague. Elle lui propose de traduire en tchèque le premier chapitre, Der Heizer (Le Chauffeur) de ce qui allait devenir L’Amérique.

149 lettres et cartes postales de Kafka à Milena ont été conservées. 140 d’entre elles ont été écrites pendant une période d’environ dix mois, au rythme parfois de plusieurs par jour, de mars à décembre 1920, les dernières datent de 1922 et 1923.

Aucune des lettres de Milena ne nous est parvenue. Elles ont été brûlées par leur destinataire ou elles ont disparu lors de l’entrée des allemands à Prague en mars 1939. Milena, très engagée dans l’opposition à l’occupant allemand, est arrêtée à la fin de 1939 par la Gestapo et déportée à Ravensbrück.

Elle avait confié les lettres de Kafka à son ami, l’homme de lettres pragois Willy Haas (1891-1973) qui dut s’exiler lors de l’occupation allemande. De retour en Europe en 1947, il les récupéra et les édita à New York en 1952 avec une préface.

Milena Jesenská est morte à Ravensbrück le 17 mai 1944. En décembre 1994, l’Institut Yad Vashem de Jérusalem lui décerne en hommage posthume le titre de « Juste parmi les Nations ».

https://www.yadvashem.org/righteous/stories/jesenska.html

Franz Kafka avait écrit à Max Brod (Merano, après le 16 mai 1920) :
« Quant à moi, ma santé serait bonne si je pouvais dormir, certes j’ai pris du poids, mais l’absence de sommeil, notamment ces derniers temps, vient parfois tout détraquer de manière insupportable. Elle a sans doute diverses raisons, l’une d’elles est mon échange de lettres avec Vienne. Cette femme est un feu vivant comme je n’en ai encore j’avais vu, un feu d’ailleurs qui malgré tout ne brûle que pour lui. Et avec ça extrêmement délicate, courageuse, intelligente, et tout cela, elle le jette dans son sacrifice. » (Oeuvres complètes. Tome IV, pages 601-602. Traduction Jean-Pierre Lefebvre) Dans un premier temps, Max Brod ne devina pas qu’il s’agissait de Milena Pollak qu’il connaissait aussi.

Milena a correspondu aussi avec Max Brod.

Max Brod.

Troisième lettre de Milena à Max Brod. Août 1920. Milena répond en tchèque à Max Brod qui lui avait demandé comment il se faisait que Kafka ait peur de l’amour et qu’il n’ait pas peur de la la vie.

«Mais Frank ne peut pas vivre. Frank n’a pas la capacité de vivre. Frank ne sera jamais en bonne santé. Frank va bientôt mourir. Il est certain que la chose se présente ainsi : nous sommes tous en apparence capables de vivre parce que nous avons eu un jour ou l’autre recours au mensonge, à l’optimisme, à une conviction ou à une autre, au pessimisme ou à quoi que ce soit. Mais lui est incapable de mentir, tout comme il est incapable de s’enivrer. Il est sans le moindre refuge, sans asile. C’est pourquoi il est exposé, là où nous sommes protégés. Il est comme un homme nu au milieu de gens habillés. Ce qu’il dit, ce qu’il est, ce qu’il vit n’est même pas la vérité. C’est une manière d’être qui est déterminée, qui existe en elle-même, débarrassée de tout l’accessoire, de tout ce qui pourrait l’aider à qualifier la vie – beauté ou misère, peu importe. Et son ascétisme est totalement dépourvu d’héroïsme, ce qui le rend, à vrai dire, plus grand et plus noble. Tout «héroïsme» est mensonge et lâcheté . Ce n’est pas un homme qui construit son ascétisme comme un moyen d’accéder à un but, c’est un homme qui est contraint à l’ascétisme, par sa terrible lucidité, par sa pureté, par son incapacité à accepter le compromis.»

Cinquième lettre de Milena à Max Brod. Janvier-février 1921. Franz Kafka fait un séjour de neuf mois au sanatorium de Matliary, Hautes Tatras (actuelle Slovaquie).

« Je ne suis pas parvenue à l’aider ? Ce qu’est sa peur, je le sais jusqu’à la dernière fibre. Elle existait bien longtemps avant moi, avant qu’il ne me connaisse. J’ai connu sa peur avant de le connaître lui-même. Je me suis cuirassée contre elle en la comprenant. Durant les quatre jours que Franz a passé à mon côté, il l’a perdue. Nous nous sommes moqués d’elle. Je sais avec certitude qu’aucun sanatorium ne parviendra à la guérir. Il ne se portera jamais bien, Max, aussi longtemps qu’il aura cette peur. Et aucun réconfort psychique ne peut vaincre cette peur, car la peur interdit le réconfort. Cette peur ne se rapporte pas à moi seulement, elle se rapporte à tout ce qui vit sans pudeur, par exemple la chair. La chair est trop dénuée de voile, il ne supporte pas de la voir. J’ai réussi à la mettre de côté. Quand il ressentait cette peur, il me regardait dans les yeux, nous attendions un moment, comme si nous ne retrouvions pas notre souffle ou comme si les pieds nous faisaient mal et, après un moment, c’était passé. Il n’y avait pas besoin du moindre effort, tout était simple et clair, je l’ai traîné derrière moi sur les collines qui se trouvent derrière Vienne, je marchais la première, car il avançait lentement, il venait derrière moi en martelant ses pas et, quand je ferme les yeux, je vois encore sa chemise blanche et son cou hâlé et l’effort qu’il faisait. Il a marché toute la journée, il est monté, il est descendu, il est resté au soleil, il n’a pas toussé une seule fois, il a mangé terriblement et dormi comme un loir ; tout bonnement, il se portait bien ; sa maladie, ces jours-là, ressemblait au plus à un petit rhume de cerveau. Si j’étais allée à Prague avec lui à ce moment-là, je serais restée pour lui celle que j’étais alors. Mais j’avais les deux pieds sur terre, je suis fermement attachée à cette terre ; je n’étais pas en mesure d’abandonner mon mari et peut-être étais-je trop femme pour avoir la force de me soumettre à cette vie, dont je savais qu’elle signifierait l’ascétisme le plus austère. »

J’ai publié sur ce blog le 3 juin 2018 l’hommage de Milena Jesenská publié dans le journal tchèque Narodini listy le 7 juin 1924. Franz Kafka était mort le 3 juin 1924.

https://www.lesvraisvoyageurs.com/2018/06/03/franz-kafka-1883-1924/

Joan Margarit

Poema de l’últim refugi

Abans em concentrava escoltant
el pensament enmig de qualsevol estrèpit.
Ara, m’és tan difícil.
No estic cansat de viure: estic cansat
de les veus que al voltant ressonen buides.
Però sé on continua l’alegria:
si no m’he perdut mai cap paradís,
no em perdré ara el més auster,
aquest on al poema ja no hi queda
gairebé rastre de literatura.
Reconec aquest lloc, l’he buscat sempre.
L’últim refugi, el de la soledat.

Es perd el senyal. Barcelona, Proa, 2012. Col lecció “Óssa menor”

Retiradas

Antes, incluso en medio de un estrépito,
podía concentrarme en un poema.
Ahora me resulta más difícil.
No estoy cansado de vivir: lo estoy
de tantas voces que a mi alrededor
resuenan huecas.
Sé dónde continúa la alegría:
si nunca me he perdido un paraíso,
no iré a perderme ahora el más austero,
ese donde el poema no le queda
apenas rastro de literatura.
Reconozco el lugar, es el mismo de siempre.
El último refugio, el de la soledad.

Todos los poemas (1975-2015). Austral, 2018.

Le poète Joan Margarit est né le 11 mai 1938 à Sanaüja (Lérida) en Catalogne. il est mort le 16 février 2021 à Sant Just Desvern dans sa maison de la banlieue de Barcelone. Architecte, professeur et poète, il écrivait principalement en catalan. Il a obtenu le Prix Cervantès, le Prix Nobel des langues castillanes en 2019.

«Soy un poeta catalán, pero también castellano, coño» avait-il affirmé en 2019 en déposant ses archives à l’Instituto Cervantes de Madrid.

Madrid. Instituto Cervantes. Calle de Alcalá n°49. Edificio de las Cariátides (o antiguo Banco Español del Río de la Plata) (Antonio Palacios Ramilo-Joaquín Otamendi) 1911-1918.

Yannis Ritsos – Aragon

Ville historique de Monemvasia ou Kastro (Grèce).

Voyage en Grèce du 19 au 30 septembre. Nous étions à Monemvassia le mardi 27 septembre. Cette belle ville fortifiée du sud du Péloponnèse, située sur la côte est de la Laconie est l’ancienne Malvoisie. La ville historique ou Kastro se trouve sur une presqu’île. Elle occupe une partie d’un rocher de 1,8 km de long et 300 m de haut, relié par une digue au continent. Sur les remparts, on peut voir la maison familiale du poète communiste grec Yannis Ritsos (1909-1990) et son buste. Après la guerre civile dans son pays, de 1948-1952, il a été incarcéré dans les camps de Kondopouli (île de Limnos), Makronissos et Aghios Efstratios (île d’Aï-Strati) au titre de la “rééducation nationale”. Lors du coup d’État des Colonels en 1967, il a été à nouveau interné, puis assigné à résidence. Aragon publiera en 1957 un article important dans Les Lettres françaises pour faire connaître davantage le poète en France. Yannis Ritsos et Louis Aragon ne se sont rencontrés qu’une seule fois à Athènes le 14 octobre 1980.

Monemvassia. Maison familiale de Yannis Ritsos. Buste du poète.

Marche

Il a usé ses souliers nuit après nuit cheminant
sur les cailloux des étoiles – cheminant seul
pour l’amour des hommes. Il était fait, cet homme-là
pour le bonheur du monde. On l’a empêché. On lui a pris
ce qu’il pouvait donner de plus : sa confiance
en ceux-là même qui le refusaient. A présent
il se promène, deux fois seul, sur la rive. Il regarde. Ne récolte rien.
Des ombres de barques raient l’or du couchant,
dans le grand silence de la beauté délaissée.
Inachevé plein d’amertume, je reviendrai frapper à ta porte.

Correspondances – Anthologie de la poésie grecque contemporaine, 1945-2000 (NRF Poésie/Gallimard n°353, 2000. ) – Traduit du grec par Michel Volkovitch.

Blancheur

Il posa sa main sur la page
pour ne pas voir la feuille blanche.
Et il vit dessus sa main nue. Alors
il ferma aussi les deux yeux, et entendit
monter en lui, ensevelie,
la ténébreuse, l’indescriptible blancheur.

Léros, 10.XI.67

Le mur dans le miroir et autres poèmes. NRF Poésie/Gallimard n°354. 2006. Traduction : Dominique Grandmont.

Mes chers semblables

Mes chers semblables
comment pouvez-vous
vous courber encore ?
Comment pouvez-vous
ne pas sourire ?
Ouvrez les fenêtres.
Le monde resplendit
infatigable.
Qu’il soit regardé.

Symphonie du printemps, 1938. Bruno Doucey, 2012 Traduction : Anne Personnaz.

Article publié dans les Lettres françaises (semaine du 28 février au 6 mars 1957).

Pour saluer Ritsos (Aragon)

En février 1949, dans la page du C.N.E. que les Lettres Françaises publiaient alors, était présenté à nos lecteurs un poète grec, Yannis Ritsos, avec un grand poème, Lettre à la France, traduit par M. Néoclès Coutousis : dans un article voisin, on pouvait lire de lui cette biographie :
Né à Monemvasie (Laconie), en 1909, il est, depuis 1934, un des chefs de file de la jeune poésie grecque. Ses recueils lyriques et généreux s’intitulent Tracteurs, Pyramides, Le chant et la sœur, Symphonie Printanière, La marche de l’Océan, Epreuve. Ritsos est un vibrant ami de la France, de ses livres, de ses messages de progrès. Le 14 Juillet 1945, il composa une admirable Lettre à la France qui fut déclamée alors devant 30 000 Athéniens et dont le retentissement fut profond en France, où notamment Pierre Blanchard, en 1946, à Paris, au cours d’une réunion franco-grecque, en fit une inoubliable lecture. Le poème, depuis, a été reproduit dans l’anthologie des poèmes pour la paix, publiée par M Armand Megglé. Ritsos est poitrinaire.
Le poète était alors déporté à l’île de Limnos.
Nous n’avions plus entendu parler de lui depuis ce temps là. Voici qu’un petit livre de lui nous donne de ses nouvelles, cette Sonate au clair de lune, qui nous parvient avec une traduction de M. Alécos Kataza, que nous publions aujourd’hui. Le poète est maintenant à Athènes, libre. Il a quarante-neuf ans, et sur ce texte on peut maintenant le voir grandeur nature : il faut savoir le saluer, et le dire très haut, c’est un des plus grands et des plus singuliers parmi les poètes d’aujourd’hui. Pour ma part, il y avait longtemps que quelque chose ne m’avait donné comme ce chant le choc violent du génie.
Je sais : ce mot-là ne se prononce pas, ou tout au moins il ne faut pas l’écrire. Je n’y puis rien. Je ne le retire pas.
*
De ce poème, paru en décembre 1956, le traducteur m’écrit qu’il exprime l’impasse tragique dans laquelle sont tombés l’individualisme et toute le civilisation bourgeoise.
J’imagine qu’il me dit ceci, s’étant donné la peine de et l’amour de traduire, pour concilier à ce poème le lecteur que je suis. Et je sais que l’ayant lu à des camarades, qui avaient peut-être besoin de ce commentaire pour se sentir le droit d’admirer, et à qui j’avais omis de le transmettre, j’ai vu dans leurs yeux cet égarement, ce trouble, des gens qui ne voient pas où on les mène. On m’a dit que c’était obscur, difficile, et même plus fait pour une revue que pour les Lettres. Je ne me suis pas arrêté à ces remarques : J’ai peut être tort de faire cette confiance aux lecteurs des Lettres françaises, mais je ne les croie pas faits pour ne lire que des poèmes d’un seul type, portant tout au moins les références évidentes qui rendent licite l’enthousiasme qu’on en a.
Ritsos a-t-il ou non voulu montrer l’impasse de l’individualisme et de la civilisation bourgeoise ? Je n’en sais rien. Je puis imaginer que l’on comprenne cette Sonate au clair de lune d’une telle affirmation, et elle peut bien être fondée. Elle me rappelle et l’explication que Michelet donne du Radeau de la Méduse, affirmant que Géricault y a peint la France dans la nuit de la Restauration, et l’explication par Proudhon de ce Retour de foire de Courbet, où il voit toute l’histoire de la société sous Louis-Philippe. Ce n’est pas aujourd’hui que les hommes marqués par la passion politique, cherchent ainsi à lier profondément ce qu’ils admirent et ce qu’ils pensent, avec un bonheur inégal. Justifier, justifier… Qui oserait dire que cela ne part pas d’un sentiment louable ? J’ajouterai qu’il arrive que ce genre d’interprétation serve le livre, tableau, poème, ou cuvette, à laquelle il faut bien voir qu’il s’applique par une volonté émouvante du théoricien, cherchant à créer un pont entre l’œuvre d’art et ceux qui vont passer distraitement devant elle. Mais c’est par là surtout que ce genre d’interprétation vaut, et parfois prévaut. Il faut le prendre comme une image poétique, ne pas trop s’attacher à la traduction qu’il donne, et Michelet ne pouvait pas ne pas voir la France sur le Radeau, et son image est celle d’un poète, et je salue en lui ce poète. Mais considérer directement l’œuvre de Géricault comme « la France sous le Restauration » est un non-sens. C’est, une fois de plus, tomber dans ce qu’on appelle, pour le condamner, le sociologisme vulgaire.
*
Ceci dit, je voudrais simplement mettre la Sonate sur le tourne-disque, faire autour de vous ce silence dans lequel va commencer le chant, s’épanouir cette lumière lunaire qui n’est ni
Le clair de lune calme et beau
de Verlaine, cet éclairage pour les jets, l’eau et les masques, ni le jeu géométrique, blanc et noir, de la musique moderne, le Pierrot lunaire allemand.
Dans cette nuit de printemps où une femme âgée, de noir vêtue, parle à un jeune homme…est-ce la bourgeoisie ? L’individualisme ? Mais ce qui me saisit c’est comme par les deux fenêtres entrent avec la clarté nocturne non point des personnages des Fêtes galantes, non les spectres de Macbeth, non le monde irréel des fées et des elfes, mais
la cité cimenteuse et aérienne, badigeonnée de clair de lune.
L’image, ici, ce ne sont point les mots poétiques, le bazar éprouvé des choses nobles, qui en appuie les deux volets tournants : c’est le fauteuil défoncé dans la pièce ou les souliers aux talons tournés qu’on porte une fois par moi chez le cireur du coin, dans la cuisine les verseuses suspendues au mur qui brillent – comme des grands yeux ronds d’invraisemblables poissons…
… et quand j’enlève la tasse de la table
il reste un trou de silence au-dessous, je mets immédiatement la main dessus
pour n’y pas regarder – je remets la tasse à sa place…

D’où vient cette poésie ? d’où ce sens du frisson ? où les choses telles qu’elles sont jouent le rôle des spectres, où l’Hamlet grec est confronté, non plus avec les rois morts, le nouvel Œdipe non plus avec le Sphinx, mais avec les objets sournoisement familiers et
… le chapeau du mort qui roule de la patère dans le sombre couloir.
Il y a, dans cette poésie, le bruit méditerranéen d’une mer sans marée, j’y fais comme un quelconque M. de Marcellus le voyage de Grèce, d’une Grèce qui n’est plus celle de Byron ou de Delacroix, d’une Grèce qui est sœur de la Sicile de Pirandello et de Chirico, où la beauté n’est point des marbres mutilés, mais d’une humanité déchirée, et le jeune homme qui vient de quitter la vieille femme dit, c’est vrai, déboutonnant sa chemise, sur cette poitrine puissante : la décadence d’une époque… il me fallait ces mots, il a suffit de ces mots pour que je le voie, qu’il s’anime (ici, le commentaire du traducteur semble se justifier, si tant est vrai que la morale d’une fable explique la folie du fabuliste qui a fait jouer ensemble une cigogne et un renard).
On cherche à s’expliquer les choses par analogie : et peut-être me fallait-il parler de la Sicile, quand la Grèce se suffit, parce qu’une nuit semblable dans un pays où je n’ai jamais mis les pieds me rassure sur le caractère trop réel de cette nuit-ci, et mon ignorance de la Grèce non moins parfaite que celle que j’ai de la Sicile…
Alors, parce que le mystère de la poésie, il est dans les poètes mêmes, et qu’ici aussi il me faut comparer, comparer et toujours comparer, je m’avise qu’il y a chez Yannis Ritsos, plus que Shakespeare ou Eschyle, un souffle étrange et que je connais bien, un écho d’un poète secret, dot j’ai l’intonation dans l’oreille. Et le nom de Lautréamont vient clore ce trop long prolégomène, et c’est avec Lautréamont qu’ici j’accueillerai Ritsos, à côté de lui que je le prierai à s’asseoir, avec sa Sonate, belle comme la rencontre d’une machine à coudre et d’un parapluie…, parmi les poètes qui ont le droit de rire, la nuit, au clair de lune, de ce rire bruyant, irrépressible comme la vie.

Les Lettres françaises n°10. Octobre 1943.

Cesare Pavese

Photographies signalétiques prises lors de son assignation à résidence pour trois ans à Brancaleone Calabro. 1935.

Je relis Cesare Pavese (1908-1950). Les poèmes de La mort viendra et elle aura tes yeux ont été écrits du 11 mars au 10 avril 1950 pour l’actrice américaine Doris Dowling (To C. from C. = To Constance from Cesare). Deux d’entre eux ont été rédigés directement en anglais ( To C. from C. et Last Blues, to be read some day), les 8 autres en italien même si le titre est anglais. Ils seront retrouvés sur la table de son bureau après le suicide de l’écrivain le 27 août 1950 dans une chambre de l’hôtel Roma de Turin , place Carlo Felice. Sur la table de nuit, on a trouvé un mot écrit sur la première page de Dialogues avec Leucò (1947) : “Je pardonne à tout le monde et je demande pardon à tout le monde. Ça va? Pas trop de commérages.” ( ” Perdono tutti e a tutti chiedo perdono. Va bene? Non fate troppi pettegolezzi.”) Maïakovski avait laissé le message suivant le 14 avril 1930 : “Je meurs. N’accusez personne et, je vous en supplie, pas de commérages. Le défunt les détestait.” Pavese a dû le lire dans Il fiore del verso russo (Einaudi, 1949) qui venait d’être publié.

Le 31 décembre 1949, il avait fait connaissance de Constance Downing (Connie 1920-1969) et de sa soeur Doris (1923-2004) . Les deux actrices voulaient percer en Italie où elles étaient arrivées en 1947.

http://www.lesvraisvoyageurs.com/2019/06/16/cesare-pavese-1908-1950/

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

Verrá la morte e avrá i tuoi occhi –
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla serra, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grito taciuto, un silenzio.
Cosi il vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.

Per tutti la morte ha uno sguardo
verrá la morte e avrá i tuoi occhi.
Sará come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

Verrà la morte e avrà I tuoi occhi. Einaudi, 1951.

Constance Dowling.

La Mort viendra et elle aura tes yeux

La mort viendra et elle aura tes yeux –
cette mort qui est notre compagne
du matin jusqu’au soir, sans sommeil,
sourde, comme un vieux remords
ou un vice absurde. Tes yeux
seront une vaine parole,
un cri réprimé, un silence.
Ainsi les vois-tu le matin
quand sur toi seule tu te penches
au miroir. O chère espérance,
ce jour-là nous saurons nous aussi
que tu es la vie et que tu es le néant.

La mort a pour tous un regard.
La mort viendra et elle aura tes yeux.
Ce sera comme cesser un vice,
comme voir ressurgir
au miroir un visage défunt,
comme écouter des lèvres closes.
Nous descendrons dans le gouffre muets.

22 mars 1950.

Poésies (Travailler fatigue. La mort viendra et elle aura tes yeux) 1969. NRF Poésie/Gallimard n°128. Traduction Gilles de Van. 1979.

Martin Rueff, dans l’édition des Oeuvres en Quarto Gallimard (2008) dit : ” Comme la mort de Pasolini, le suicide de Pavese a joué un rôle important et souvent néfaste pour la réception de l’oeuvre. On a voulu la relire tout entière à partir de la dernière heure. On s’est obsédé du mystère de la mort pour ne pas prendre au sérieux l’énigme d’une vie. ” Dialogues avec Leucò (1947): “Personne ne se tue. La mort est un destin. On ne peut que l’espérer pour soi…” ” Nessuno si uccide. La morte è destino. Non si può che augurarsela… “

Le poème a été récité par Vittorio Gassman. Ce grand acteur est né à Gênes le 1 septembre 1922, il y a 100 ans. Il est mort à Rome le 29 juin 2000.

https://www.youtube.com/watch?v=ny3qXRIC9YQ

Títos Patríkios

Titos Patrikios.

Préparation d’un voyage en Grèce annulé en juin 2020 pour cause de pandémie. Lecture des poètes contemporains grecs que je connais très mal sauf les grands noms : Constantin Cavafy, Georges Séféris, Yannis Ritsos, Odysséas Elytis.

J’avais emprunté à la bibliothèque l’Anthologie de la poésie grecque contemporaine 1945-2000. NRF Poésie/Gallimard n°353, 2000. Choix et traduction Michel Volkovitch. Préface Jacques Lacarrière. Je l’ai achetée hier chez Gibert.

Títos Patríkios a attiré mon attention. Jacques Lacarrière, dans la préface, cite une anecdote de 1990 :

” Á ce propos, je tiens à rappeler ici une rencontre qui eut lieu il y a quelques années à la Bibliothèque publique de Dijon entre Títos Patríkios et les auditeurs dijonnais. C’était, je me souviens, à l’occasion des ” Belles Étrangères ” consacrées à la Grèce en 1990. Un auditeur ayant demandé à Patríkios : “Peut-on vraiment, quand on a connu l’épreuve de la déportation, revivre ensuite comme avant et surtout ne pas en tenir compte dans son oeuvre ? “, Patríkios lui répondit ceci : ” En France, juste après la guerre, on vit participer aux cérémonies du 14 juillet des survivants des camps défilant dans leurs habits de déportés. Mais le problème se posa très vite, après seulement quelques années : un tel défilé gardait-il son sens avec l’éloignement du souvenir, n’allait-il pas à l’encontre de ses intentions primitives ? De plus, la plupart des habits tombaient en loques et leurs porteurs ayant grossi, ils n’arrivaient plus à les mettre ! Alors que faire : retailler des habits neufs sur mesure ou supprimer le défilé ? La première solution était franchement grotesque, la seconde excessive. On décida donc pour finir que les anciens déportés continueraient de défiler mais en civil. C’est un peu la même chose qui se produit avec une oeuvre. Ne jamais oublier ce qui fut vécu mais ne pas faire de sa mémoire un sarcophage. Ne jamais utiliser ses anciennes épreuves pour en faire un fonds de poésie, comme on dit un fonds de commerce.”

Soirée de carnaval

Dans la cellule obscure
j’avais un furieux désir de voir un arbre, une chose vivante.
Aux murs moisis mon regard sombrait
dans des adieux désespérés, des noms de fusillés
qui s’effondraient avec le plâtre
comme à nouveau fauchés parmi les rires, les harmonicas
des masques ignorant de tout qui passaient dans la rue.
Je n’avais pas encore compris ceci : la nature commençant par moi
les gardiens ne pouvaient rien me prendre.

Février 1955.

Désaccords. 1981. Traduction Michel Volkovitch.

Ma langue

J’ai eu du mal à préserver ma langue
parmi celles qui viennent l’engloutir
mais c’est dans ma langue seule que j’ai toujours compté
par elle j’ai ramené le temps aux dimensions du corps
par elle j’ai multiplié jusqu’à l’infini le plaisir
par elle je me rappelle un enfant
et sur son crâne rasé la marque d’un caillou.
Je me suis efforcé de ne pas en perdre un mot
car tous me parlent dans cette langue — même les morts.

La volupté des prolongations. 1992. Traduction : Michel Volkovitch.

Títos Patríkios est né en 1928. Résistant dans les rangs de l’EAM , il faillit être exécuté en 1944 par des collaborateurs de l’occupant allemand.déporté à Makronissos puis à Aï-Stratis (1951-53). Yannis Ritsos le pousse à écrire des poèmes. Il a vécu en exil à Paris et à Rome de 1954 à 1964, puis de 1967 ) 1975. Il a vécu toutes les souffrances desmiltants de la gauche grecque. Ses poèmes courts, discrets, lucides, élégants, sont un journal de bord, les jalons d’un apprentissage, d’un cheminement vers une certaine sagesse.

Dante Alighieri

Dante, 1879. (Jean-Paul Aubé 1837-1916) . Plâtre, modèle du monument en bronze érigé en 1882 dans le square Michel-Foucault de la place Marcelin-Berthelot, devant le Collège de France à Paris.

Au milieu du chemin de notre vie
je me retrouvai par un forêt obscure
car la voie droite était perdue.

Ah dire ce qu’elle était est chose dure
cette forêt féroce et âpre et forte
qui ranime la peur dans la pensée !

Elle est si amère que mort l’est à peine plus ;
mais pour parler du bien que j’y trouvai,
je dirai des autres choses que j’y ai vues.

Je ne sais pas bien redire comment j’y entrai,
tant j’étais plein de sommeil en ce point
où j’abandonnai la voie vraie.

Mais quand je fus venu au pied d’une colline
où finissait cette vallée
qui m’avait pénétré le cœur de peur,

Je regardai en haut et je vis ses épaules
vêtues déjà par les rayons de la planète
qui mène chacun droit par tous sentiers.

Alors la peur se tint un peu tranquille,
qui dans le lac du cœur m’avait duré
la nuit que je passai si plein de peine.

Et comme celui qui hors d’haleine,
sorti de la mer au rivage,
se retourne vers l’eau périlleuse et regarde,

Ainsi mon âme, qui fuyait encore,
se retourna pour regarder le pas
qui ne laissa jamais personne en vie.

La Divine comédie: L’Enfer, Chant I. Flammarion, 1985. Traduction Jacqueline Risset.

Nel mezzo del commin di nostra vita
mi retrovai per una selva oscura
chè la diritta vía era smarrita

Ahi quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!

Tant’è amara che poco è più morte;
ma per trattar del ben ch’i’ vi trovai,
dirò de l’altre cose ch’i’ v’ho scorte.

Io non so ben ridir com’i’ v’intrai,
tant’era pien di sonno a quel punto
che la verace via abbandonai.

Ma poi ch’i’ fui al piè d’un colle giunto,
là dove terminava quella valle
che m’avea di paura il cor compunto,

guardai in alto, e vidi le sue spalle
vestite già de’ raggi del pianeta
che mena dritto altrui per ogne calle.

Allor fu la paura un poco queta
che nel lago del cor m’era durata
la notte ch’i’ passai con tanta pieta.

E come quei che con lena affannata
uscito fuor del pelago a la riva
si volge a l’acqua perigliosa e guata,

così l’animo mio, ch’ancor fuggiva,
si volse a retro a rimirar lo passo
che non lasciò già mai persona viva.

Divina Commedia, 1321. Inferno.

(déjà publié sur ce blog le 11 juillet 2019. Merci à M.L. Weekend poetry. https://www.lesvraisvoyageurs.com/2019/07/11/dante-alighieri/

Le séjour de Dante à Paris est rempli de mystère. Dans La Divine Comédie, quelques passages évoquent des personnes ou des lieux qu’il aurait fréquentés. Selon les historiens, il est probable qu’il s’est rendu à Paris entre août 1313 et juin 1314, probablement pour y étudier la philosophie naturelle et la théologie. D’où la relation avec la Sorbonne et la présence de la statue de Dante par Jean-Paul Aubé, dans le square Michel Foucault, juste devant le Collège de France.

Jean-Paul Aubé (1837-1916) avait fait le voyage d’Italie en 1866. Il représente Dante repoussant du pied droit la tête d’un damné figurant les forces du mal, personnifié par la tête de Bocca degli Abati, le traître de la bataille de Montaperti (1260), en Toscane. Le poète est représenté avec ses attributs traditionnels : le grand manteau, le chaperon tombant et la couronne de laurier.

La Ville de Paris achète à l’artiste ce modèle en plâtre, le 14 juin 1879, et fait réaliser par le fondeur H. Molz une statue en bronze, placée en 1882, place Marcelin-Berthelot. La statue est aussi présentée aux Expositions universelles de Vienne, en 1882, et de Paris, en 1889 et 1900. Le modèle en plâtre se trouve au Petit Palais (Musée des Beaux-Arts de la Ville de Paris).

Sophia de Mello Breyner

Lagos (Algarve). Peinture murale en l’honneur de Sophia de Mello Breyner Andresen.

Histoires de la terre et de la mer (Histórias da Terra e do Mar) est un livre d’une des plus importantes poétesses portugaises du XX ème siècle Sophia de Mello Breyner Andresen (1919-2004). Il a été publié en 1984 au Portugal et en France en 1990 aux Éditions de la Différence.

Il est composé de cinq nouvelles qui nous transporte dans le monde de l’enfance :

  • Histoire de Cendrillon (Historia da Gata Borralheira).
  • Le silence (O Silêncio).
  • La maison marine (A Casa do Mar).
  • Saga (Saga), histoire imaginaire des ancêtres danois de l’autrice.
  • Vila d’Arcos (Villa d’Arcos).

Les Éditions du Canoë, 2021 ont aussi édité en 2021 une très belle nouvelle: Il était une fois une plage atlantique, traduite du portugais et préfacée par Colette Lambrichs. Elle avait été publiée en 1998 au moment de l’Exposition Universelle de Lisbonne. Lors de la campagne de Mário Soares pour l’élection à la Présidence de la République en 1986, Sophia de Mello Breyner Andresen avait été chargée par l’homme politique socialiste d’animer une salle de militants déjà acquis à sa candidature. Elle s’était avancée sur l’estrade en disant : “Maintenant , vous avez assez entendu parler politique, je vais vous lire quelques poèmes.” Tous l’écoutèrent dans un silence extraordinaire.

Villa d’Arcos

Villa d’Arcos se trouve au nord un peu à l’est dans une région de montagnes. C’est une ville de province et petite, avec des rues pavées autour de la cathédrale énorme comme un navire pour d’éternels voyages. Ses vieilles maisons – nobles même quand elles sont pauvres – ont de justes proportions depuis la marche de l’escalier jusqu’à l’encadrement de la fenêtre, depuis la balustrade du balcon jusqu’à la surface du mur de granit sans mortier où seul le blason de pierre avec ses besants, griffons et lions est trop grand au-dessus des ferrures et des bois disjoints de la porte ; comme si dans le monde où nous sommes rien n’importait, ni le froid du granit, ni l’obscure exiguïté des pièces, ni la pauvreté monotone des jours, et seule importait la noblesse que nous exposons à la lumière et qui est le projet de notre âme.
C’est une ville ancienne où stagnante se désagrège et se dissout lentement une vie dévécue geste à geste, syllabe à syllabe.
Les voitures gémissent le long des rues pavées. Passent peu d’hommes et des femmes hâtives vêtues de noir et en mai les rosiers fleurissent sur les murs que l’hiver recouvre de mousse. Derrière la petite fenêtre à volet vert de la maison du coin une femme aux yeux perçants, bruns et très rapprochés, voit tout, maligne et sage, terriblement attentive, comme si son regard lisait et soutenait le desadvenir des choses. Il y a des jardins imprévus, plus subtils et complexes que dans notre imagination, où croissent de hauts magnolias, avec de grandes fleurs blanches aux pétales profonds et larges, doux et épais, et où l’eau d’argent qui jaillit des dauphins de pierre tombe dans les petits bassins octogonaux. Jardins de buis, de camélias et de violettes, au parfum de contemplation et de passion, d’oubli et de silence. Jardins doucement abandonnés à une solitude dansée par les brises, tandis qu’un long susurrement d’adieu fait signe de feuille en feuille dans les branches les plus hautes des arbres. Jardins où nous reconnaissons que la vie est un songe dont jamais nous ne nous réveillons, un songe où surgissent des apparitions prodigieuses comme le lis, l’aigle et l’inoubliable visage aimé avec passion, mais où tout se transforme en oubli, distance, débris et impossibilité. Jardins où nous reconnaissons que notre condition est de ne pas savoir. De ne pouvoir jamais trouver l’unité. Et trouver l’unité serait nous réveiller.

Histoires de la terre et de la mer, Éditions de la Différence, 1990. Traduction : Alice Caffarel et Claire Carayon.

Vila d’Arcos

Vila d’Arcos fica ao Norte, um pouco para Leste, numa região de montanhas. É uma cidade de província e pequena com ruas empedradas em torno da catedral enorme como um navio de eternas viagens. As suas casas antigas — nobres mesmo quando pobres — são proporcionadas com justeza desde o degrau da escada até ao quadrado da janela, desde a balaustrada da varanda até à superfície da parede de granito sem reboco onde só a pedra de armas com arruelas, grifos e leões é grande demais sobre os ferros e as madeiras desconjuntadas da porta; como se no mundo em que estamos nada importasse, nem o frio do granito, nem a estreiteza sombria dos quartos, nem a pobreza monótona dos dias, mas só importasse a nobreza que mostramos à luz e que é o projecto da nossa alma.
É uma cidade antiga onde estagnada se desagrega e se dissolve lentamente uma vida desvivida gesto por gesto, sílaba por sílaba.
Os carros gemem ao longo das ruas empedradas. Passam poucos homens e rápidas mulheres vestidas de preto e em Maio as roseiras florescem nos muros que o Inverno cobriu de musgo. Por trás da portada verde da pequena janela da casa de esquina uma mulher de olhos agudos, muito juntos e castanhos, vê tudo, sábia e arguta, terrivelmente atenta, como se o seu olhar lesse e amparasse o desacontecer das coisas. Há jardins imprevistos, mais subtis e complexos do que o imaginável, onde crescem altas magnólias, com grandes flores brancas de pétalas profundas e largas, macias e espessas e onde a água de prata que irrompe da boca dos golfinhos de pedra cai nos pequenos tanques oitavados. Jardins de buxo, camélias e violetas perfumados de contemplação e paixão, de esquecimento e silêncio. Jardins docemente abandonados a uma solidão dançada pelas brisas, enquanto um longo sussurro de adeus acena de folha em folha nos ramos mais altos das árvores. Jardins onde reconhecemos que a nossa condição é não saber. É não poder jamais encontrar a unidade. E encontrar a unidade seria acordar.

1972

Histórias da Terra e do Mar. Lisboa, Edições Salamandra, 1984.