Claudio Rodríguez

Claudio Rodríguez.

Lo que no es sueño

Déjame que te hable en esta hora
de dolor con alegres
palabras. Ya se sabe
que el escorpión, la sanguijuela, el piojo,
curan a veces. Pero tú oye, déjame
decirte que, a pesar
de tanta vida deplorable, sí,
a pesar y aun ahora
que estamos en derrota, nunca en doma,
el dolor es la nube,
la alegría, el espacio,
el dolor es el huésped,
la alegría, la casa.
Que el dolor es la miel,
símbolo de la muerte, y la alegría
es agria, seca, nueva,
lo único que tiene
verdadero sentido.
Déjame que con vieja
sabiduría, diga:
a pesar, a pesar
de todos los pesares
y aunque sea muy dolorosa y aunque
sea a veces inmunda, siempre, siempre
la más honda verdad es la alegría.
La que de un río turbio
hace aguas limpias,
la que hace que te diga
estas palabras tan indignas ahora,
la que nos llega como
llega la noche y llega la mañana,
como llega a la orilla
la ola:
irremediablemente.

Alianza y condena. 1965.

Ce qui n’est pas un songe

Laisse-moi te parler, à cette heure
de douleur, avec de joyeuses
paroles. On sait bien
que le scorpion, la sangsue, le pou,
soignent parfois. Mais toi écoute, laisse-moi
te dire que, malgré
tant de vies déplorables, oui,
malgré cela et même à présent
que nous sommes déroutés, jamais domptés,
la douleur est le nuage,
la joie, l’espace ;
la douleur est l’hôte,
la joie, la maison.
Car la douleur est le miel,
symbole de la mort, et la joie
est aigre, sèche, neuve,
la seule chose qui ait
un véritable sens.
Laisse la vieille sagesse
te dire :
malgré,
malgré tout,
et même si elle est très douloureuse, et même si
elle est parfois immonde, toujours, toujours
la plus profonde vérité est la joie.
Celle qui d’un fleuve trouble
fait des eaux claires,
celle qui me fait te dire
ces paroles si indignes à présent,
celle qui nous arrive comme
nous vient la nuit et comme le matin,
comme vient aux rives
la vague
irrémédiablement.

Poésie 1, n°52 – La nouvelle poésie castillane d’Espagne. 1978. Traduction : Annie Salager.

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Zamora ( Castilla y León). El Duero.

Claudio Rodríguez 1934 – 1999

Claudio Rodríguez (Nicolás Muller), 1965.

Claudio Rodríguez est né à Zamora (Castilla y León) le 30 janvier 1934.
C’est un des grands poètes espagnols de la seconde moitié du XX ème siècle. Il fait partie de la Génération de 1950 (Carlos Barral, Francisco Brines, José María Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente). )

Il est étudiant à Madrid de 1951 à 1957 (Licence de Filología Románica).
Il obtient à dix-neuf ans en 1953 l’important prix Adonáis pour Don de la ebriedad (Don de l’ébriété, Arfuyen, 2008. Traduction : Laurence Breysse-Chanet)

Il est lecteur d’Espagnol à l’Université de Nottingham (1958-1960), puis à l’Université de Cambridge (1960-1964).

Á son retour en Espagne, il se consacre à l’enseignement de la littérature espagnole et à la traduction (T.S.Eliot).

Il n’aime pas la vie littéraire. Il préfère la marche, la nature, la lumière, la Castille, les personnes simples. Il déteste le protocole (“Hoy hay mucho protoculo” “¿Pero qué es esa expresión horrible del cultivo de la imagen? Una persona es una persona, no una imagen”). Il ne manquait pas d’humour : «Si yo estuviera en un país comunista me expulsarían por falta de producción»

Il entre à la Real Academia Española en 1987, obtient le Prix Príncipe de Asturias en 1993 pour l’ensemble de son œuvre et la même année le Prix Reina Sofía de Poésie Ibéroaméricaine.

Il meurt à Madrid le 22 juillet 1999.

Como el son de las hojas del álamo

El dolor verdadero no hace ruido.
Deja un susurro como el de las hojas
del álamo mecidas por el viento,
un rumor entrañable, de tan honda
vibración, tan sensible al menor roce,
que puede hacerse soledad, discordia,
injusticia o despecho. Estoy oyendo
su murmurado son que no alborota
sino que da armonía, tan buido
y sutil, tan timbrado de espaciosa
serenidad, en medio de esta tarde,
que casi es ya cordura dolorosa,
pura resignación. Traición que vino
de un ruin consejo de la seca boca
de la envidia. Es lo mismo. Estoy oyendo
lo que me obliga y me enriquece a costa
de heridas que aún supuran. Dolor que oigo
muy recogidamente como a fronda
mecida sin buscar señas, palabras
o significación. Música sola,
sin enigmas, son solo que traspasa
mi corazón, dolor que es mi victoria.

Alianza y condena, Revista de Occidente, 1954.

Comme le bruissement des feuilles du peuplier

La vraie douleur ne fait pas de bruit :
elle laisse comme un bruissement de feuilles
de peuplier agitées par le vent,
une rumeur intime, d’une vibration
si profonde, si sensible au moindre frôlement,
qu’elle peut devenir solitude, discorde,
injustice ou dépit. Je suis là à écouter
ses murmures qui, loin de troubler,
sont porteurs d’harmonie, si effilés
et subtils, avec un tel son de spacieuse
sérénité en cette fin d’après-midi,
qu’ils sont presque sagesse douloureuse,
résignation pure. Trahison qui est venue
d’un mauvais conseil de la bouche flétrie
de la jalousie. C’est égal. Je suis là à écouter
ce qui me contraint et m’enrichit, au prix
de blessures qui suppurent encore. Douleur que j’entends
avec grand recueillement, comme le frémissement
d’un feuillage sans chercher ni signes, ni mots
ni sens. Musique seule,
sans énigmes, murmures solitaires qui transpercent
mon cœur, douleur qui est ma victoire.

Poésie espagnole. Anthologie 1945-1990. Traduction : Claude de Frayssinet. Actes Sud, 1995.

Cielo

Ahora necesito más que nunca
mirar al cielo. Ya sin fe y sin nadie,
tras este seco mediodía, alzo
los ojos. Y es la misma verdad de antes,
aunque el testigo sea distinto. Riesgos
de una aventura sin leyendas ni ángeles,
ni siquiera ese azul que hay en mi patria.
Vale dinero respirar el aire,
alzar los ojos, ver sin recompensa,
aceptar una gracia que no cabe
en los sentidos pero les daba nueva
salud, los aligera y puebla. Vale
por mi amor este don, esta hermosura
que no merezco ni merece nadie.
Hoy necesito el cielo más que nunca.
No que me salve, sí que me acompañe.

Alianza y condena. 1965.

Un viento

Dejad que el viento me traspase el cuerpo
y lo ilumine. Viento sur, salino,
muy soleado y muy recién lavado
de intimidad y redención, y de
impaciencia. Entra, entra en mi lumbre,
ábreme ese camino
nunca sabido: el de la claridad.
Suena con sed de espacio,
viento de junio, tan intenso y libre
que la respiración, que ahora es deseo
me salve. Ven
conocimiento mío, a través de
tanta materia deslumbrada por tu honda
gracia.
Cuán a fondo me asaltas y me enseñas
a vivir, a olvidar,
tú, con tu clara música.
Y cómo alzas mi vida
muy silenciosamente
muy de mañana y amorosamente
con esa puerta luminosa y cierta
que se me abre serena
porque contigo no me importa nunca
que algo me nuble el alma.

El vuelo de la celebración. Madrid, Visor, 1976.

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Claudio Rodríguez

Claudio Rodríguez avec son épouse Clara Miranda. Cuenca, 1965.

Noviembre

Llega otra vez noviembre, que es el mes que más quiero
porque sé su secreto, porque me da más vida.
La calidad de su aire, que es canción,
casi revelación,
y sus mañanas tan remediadoras,
su ternura codiciosa,
su entrañable soledad.
Y encontrar una calle en una boca,
una casa en un cuerpo mientras, tan caducas,
con esa melodía de la ambición perdida,
caen las castañas y las telarañas.

Estas castañas, de ocre amarillento,
seguras, entreabiertas, dándome libertad
junto al temblor en sombra de su cáscara.
Las telarañas, con su geometría
tan cautelosa y pegajosa, y
también con su silencio,
con su palpitación oscura
como la del coral o la más tierna
de la esponja, o de la piña
abierta,
o la del corazón cuando late sin tiranía, cuando
resucita y se limpia.
Tras tanto tiempo sin amor, esta mañana
qué salvadora. Qué
luz tan íntima. Me entra y me da música
sin pausas
en el momento mismo en que te amo,
en que me entrego a ti con alegría,
trémulamente e impacientemente,
sin mirar a esa puerta donde llama el adiós.

Llegó otra vez noviembre. Lejos quedan los días
de los pequeños sueños, de los besos marchitos.
Tú eres el mes que quiero. Que no me deje a oscuras
tu codiciosa luz olvidadiza y cárdena
mientras llega el invierno.

El vuelo de la celebración, Visor, 1976.

Claudio Rodríguez est un des meilleurs poètes espagnols de sa génération. Merci à Asunción García Iglesias, Secrétaire générale de l’Association des Amis de Vicente Aleixandre. Il faut protéger l’ancienne maison de Vicente Aleixandre. Velintonia, 3. Madrid.

Claudio Rodríguez 1934 – 1999

Claudio Rodriguez. 1998. (Gorka Lejarcegi).

Ajeno

Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe. Y él oye ese tañido
corto y duro del cuerpo, su cascada
canción, siempre sonando a lejanía.
Cierra su puerta y queda bien cerrada;
sale y, por un momento, sus rodillas
se le van hacia el suelo. Pero el alba,
con peligrosa generosidad,
le refresca y le yergue. Está muy clara
su calle, y la pasea con pie oscuro,
y cojea en seguida porque anda
sólo con su fatiga. Y dice aire:
palabras muertas con su boca viva.
Prisionero por no querer, abraza
su propia soledad. Y está seguro,
más seguro que nadie porque nada
poseerá; y él bien sabe que nunca
vivirá aquí, en la tierra. A quien no ama,
¿cómo podemos conocer o cómo
perdonar? Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa.

Alianza y condena. Revista de Occidente, Madrid, 1965.

Étranger

Longue est la journée de qui n’aime pas
et le sait. Il entend les accents
durs et courts de son corps, sa chanson
éraillé, sonnant toujours à lointain.
Il ferme sa porte, la voilà bien fermée ;
il sort et, pour un moment, ses genoux
vont heurter le sol. Mais l’aube
avec une dangereuse générosité,
le rafraîchit et le redresse. Très claire
est sa rue, il l’arpente d’un pied sombre,
et il boîte aussitôt parce qu’il est accompagné
de sa seule fatigue. Et il se voue à l’air :
paroles mortes dans sa bouche vivante.
Prisonnier de ne pas aimer, il étreint
sa propre solitude. Et il est sûr de lui,
plus sûr que quiconque car il ne possédera
rien; et il sait bien que jamais
il ne vivra ici, sur la terre. Comment
connaître celui qui n’aime pas, comment
lui pardonner ? Longue journée et plus longue
nuit. Il mentira en sortant sa clé.
Il entrera. Et jamais il n’habitera sa maison.

Poésie espagnole, Anthologie 1945 – 1990. Actes Sud / Editions Unesco, 1995. Traduction Claude de Frayssinet.

Claudio Rodríguez est né à Zamora (Castilla y León) le 30 janvier 1934.
Ce poète est l’une des grandes voix de l’Espagne de la seconde moitié du XX ème siècle.
Dans la bibliothèque paternelle, Claudio Rodríguez découvre la poésie : les poètes mystiques (Santa Teresa de la Cruz, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León), la poésie française (Rimbaud, Mallarmé), mais aussi les poètes espagnols (Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado). 
Il fait ses études supérieures à Madrid et obtient sa licence (Filología Románica) en 1957.
En mars 1953, il envoie à Vicente Aleixandre (1898-1984) , le futur Prix Nobel de Littérature (1977), le manuscrit de Don de la ebriedad. C’est le début d’une grande amitié. Il obtient cette année-là l’important prix Adonáis.
Il participe aux mouvements étudiants antifranquistes de 1956 à l’Université de Madrid.
Il choisit une certaine forme d’exil en devenant lecteur d’Espagnol à l’Université de Nottingham (1958-1960), puis à l’université de Cambridge (1960-1964). Il épouse Carmen Miranda en 1959. En Grande-Bretagne, il se lie d’amitié avec le poète Francisco Brines (1932-2021), récemment décédé, qui est lecteur à l’Université d’Oxford.
Á son retour en Espagne, il se consacre à l’enseignement de la littérature espagnole et à la traduction (T.S.Eliot).
Il est considéré comme un membre de la Génération de 1950 (Carlos Barral, Francisco Brines, José María Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente ). Il appelle pourtant ce groupe “El archipiélago “(L’archipel), étant donné la diversité de ces auteurs. Il n’aime pas la vie littéraire. Il préfère la marche, la nature, la lumière, la Castille, les personnes simples. Il déteste le protocole (“Hoy hay mucho protoculo”  “¿Pero qué es esa expresión horrible del cultivo de la imagen? Una persona es una persona, no una imagen”). Il ne manquait pas d’humour: «Si yo estuviera en un país comunista me expulsarían por falta de producción»
Sa sœur María del Carmen est assassinée en 1974. C’est le fait le plus tragique de sa vie (cf. Herida en cuatro tiempos in El vuelo de la celebración. 1976)
Il entre à la Real Academia Española en 1987.
Il obtient le Prix Príncipe de Asturias en 1993 pour l’ensemble de son œuvre et la même année le Prix Reina Sofía de Poésie Ibéroaméricaine.
Il meurt à Madrid le 22 juillet 1999.

Bibliographie
Don de la ebriedad, Madrid, Adonáis, 1953. (Premio Adonáis)
Conjuros, Torrelavega, Ed. Cantalpiedra, 1958.
Alianza y condena, Madrid, Revista de Occidente, 1965. (Premio de la Crítica)
El vuelo de la celebración, Madrid, Visor, 1976.
Casi una leyenda, Barcelona, Tusquets, 1991.
Aventura, (edición facsímil), Salamanca, Tropismos, 2005.
Poemas laterales. Lanzarote, Fundación César Manrique. 2006.

En français :
Quatre chants de Don de l’ébriété. Traduction : Laurence Breysse-Chanet, Polyphonies, n° 1, hiver-printemps 1992.
Poèmes traduits par Lionel Destremau. Prétexte n° 2, janvier-février 1995
Ballet de papier, in Anthologie bilingue de la poésie espagnole, La Pléiade, 1995, p. 944-947. Traduction Nadine Ly.
Poesia/poesie. Traduction et présentation de Laurence Breysse-Chanet, Ed. Hispanogalias, n° 2, 2005 (choix de dix poèmes de trois recueils de Claudio Rodriguez).
Don de l’ébriété. Traduction et présentation de Laurence Breysse-Chanet. Préface de Antonio Gamoneda, Arfuyen, 2008.