Miguel de Cervantes

Alcalá de Henares. Museo Casa Natal de Cervantes. Calle Mayor, 48. Don Qujote y Sancho Panza (Pedro Requejo Novoa).

L’Ingénieux Hidalgo Don Quichotte de la Manche. Deuxième partie. Traduction Louis Viardot. 1836.

CHAPITRE LVIII.

Comment tant d’aventures vinrent à pleuvoir sur Don Quichotte, qu’elles ne se donnaient point de relâche les unes aux autres.

” Quand Don Quichotte se vit en rase campagne, libre et débarrassé des poursuites amoureuses d’Altisidore, il lui sembla qu’il était dans son centre, et que les esprits vitaux se renouvelaient en lui pour continuer et poursuivre son œuvre de chevalerie. Il se tourna vers Sancho, et lui dit:
– La liberté, Sancho, est un des dons les plus précieux que le ciel ait faits aux hommes. Rien ne l’égale, ni les trésors que la terre enferme en son sein, ni ceux que la mer recèle en ses abîmes. Pour la liberté, aussi bien que pour l’honneur, on peut et l’on doit aventurer la vie; au contraire, l’esclavage est le plus grand mal qui puisse atteindre les hommes. Je te dis cela, Sancho, parce que tu as bien vu l’abondance et les délices dont nous jouissions dans ce château que nous venons de quitter. Eh bien! au milieu de ces mets exquis et de ces boissons glacées, il me semblait que j’avais à souffrir les misères de la faim, parce que je n’en jouissais pas avec la même liberté que s’ils m’eussent appartenu; car l’obligation de reconnaître les bienfaits et les grâces qu’on reçoit sont comme des entraves qui ne laissent pas l’esprit s’exercer librement. Heureux celui à qui le ciel donne un morceau de pain sans qu’il soit tenu d’en savoir gré à d’autres qu’au ciel même!”

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha II . Segunda parte. 1615.

CAPÍTULO LVIII

Que trata de cómo menudearon sobre don Quijote aventuras tantas, que no se daban vagar unas a otras

” Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que estaba en su centro y que los espíritus se le renovaban para proseguir de nuevo el asumpto de sus caballerías, y volviéndose a Sancho le dijo: – La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!”

Madrid. Calle Atocha, 87. Placa colocada con motivo del tercer centenario del Quijote. Lugar donde estaba la imprenta donde se imprimió la primera parte de Don Qujote. 1604-1605.

Luis Sepúlveda – Jorge Luis Borges

Luis Sepúlveda.

Atteint du Covid-19 et hospitalisé à l’hôpital universitaire central des Asturies à Oviedo depuis le 29 février, l’écrivain chilien Luis Sepúlveda est décédé hier 16 avril, à l’âge de 70 ans. Il est né le 4 octobre 1949 à Ovalle, au nord de Santiago. Militant communiste comme son père, il est emprisonné deux ans et demi pendant la dictature d’Augusto Pinochet. Son roman le plus célèbre était Un viejo que leía novelas de amor, publié en 1992 en français sous le titre Le Vieux qui lisait des romans d’amour (Traduction: François Maspéro) Paris, Métaillé, Collection « Bibliothèque hispano-américaine ». A partir de 1982, il s’installe en Europe et collabore à différents journaux, d’abord en Allemagne et en France . Il s’installe à Gijón (Asturies) en 1996.

Il évoquait très bien les grands auteurs latinoaméricains como Cortázar ou Borges.

“Par exemple, lorsqu’il évoque Julio Cortázar. A 20 ans, Sepúlveda gagne un prix de poésie au Chili. Ça lui permet d’assister à un colloque où sont venus de grands écrivains latino-américains, dont Cortázar: «J’avais préparé un discours en son hommage. On m’a présenté comme une “jeune promesse de la littérature”. Il s’est approché et m’a dit : “Un conseil, ne te laisse jamais traiter de jeune promesse de la littérature.”» En 1979, Cortázar arrive au Nicaragua, en pleine guerre civile. Sepúlveda travaille pour le journal sandiniste Barricada, que l’autre visite : «Au moment où il entrait, il y a eu une alerte à la bombe. Cortázar m’a dit : “C’est bien toi, la jeune promesse de la littérature ?” Et il a fallu partir pour nous protéger.» Quelques années avant la mort de l’Argentin, il le croise dans un dîner à Paris: «J’espérais enfin pouvoir parler avec lui, mais il y avait trop de monde. Au milieu du repas, je vais pisser. Il entre après moi et, face à l’urinoir, me dit : “Alors, on parle ou non ?” Je suis allé chez lui avec une bouteille de Rémy Martin et une cartouche de Gitanes. On n’a plus cessé de parler.» Cortázar lui donne une préface pour un recueil de nouvelles en disant: «Ça peut être une malédiction pour toi. On risque de dire : “Les nouvelles sont nulles, mais la préface vaut le coup.”»

Luis Sepúlveda, retraite réussie (Philippe Lançon) Libération, 16/04/2020.

https://next.liberation.fr/livres/2017/03/13/luis-sepulveda-retraite-reussie_1555399

MORT DE LUIS SEPÚLVEDA, AUTEUR AU MUSCLE SENTIMENTAL (Philippe Lançon), Libération, 13/03/2017.

https://next.liberation.fr/livres/2020/04/16/mort-de-luis-sepulveda-auteur-au-muscle-sentimental_1785431

Borges y yo (Luis Sepúlveda), 1999.

No recuerdo con precisión cuándo fue, pero eso ya no importa, sin embargo mantengo muy fijo en la memoria un caleidoscopio de imágenes que primero me muestran la ciudad de Colonia, el horrible esperpento gótico del Domm, la célebre catedral, luego un tranvía y en él yo mismo, maldiciendo la humedad y buscando ansiosamente la página de lectura interrumpida en una obra titulada El Libro de los seres imaginarios, para leer por enésima vez la historia del Goofus Bird, aquel ser que en cada lectura me devuelve una imagen de mí mismo y me incluye gustosamente en los bestiarios de Cortázar o de Zötl. Las siguientes imágenes perfilan otro edificio atroz, el de la radio exterior alemana, y enseguida me veo y escucho caminando por sus tétricos pasillos en los que, en las pocas oportunidades que visité la radio, me extravié inexorablemente. De pronto, me enfrento a una invención dantesca, a un artilugio llamado Pater Noster, una suerte de Banda de Moebius que transporta personas de piso en piso. Pater Noster: dos paralelepípedos en el muro, uno sube y el otro baja. En algún piso, yo, con una terrible duda, ¿qué ocurre si subo hasta la última planta y no salto fuera del agujero? ¿Descenderé cabeza abajo en medio de dramáticos esfuerzos para no romperme el cuello? Ahí estoy, frente al artilugio que no cesa de pasar, hacia abajo o hacia arriba, y de improviso, en el hueco móvil, veo pasar la figura inconfundible, serena, casi transparente de Borges.

Corro dos pisos escaleras abajo para llegar antes que el Pater Noster, toco una mano del ilustre ciego y le digo: «Borges, de un paso adelante cuando yo se lo diga». Borges tiene la mano fría y algo sudada. Huele sutilmente a cierta agua de colonia que me retrae a la infancia. No aprieto su mano, pero me convenzo de que sus huesos son frágiles. Bajamos, y entre el piso que dejamos arriba y el que insinua más abajo, Borges dice casi en un susurro: «¿Qué infernal aparato es éste?». No le pregunto cómo entró al Pater Noster. Simplemente lo acompaño a la sala de grabación donde lo esperan con inquietud y nerviosismo. Allí, tampoco digo dónde lo he encontrado, y Borges tampoco menciona el incidente. Al despedirme, Borges alza la cabeza y me veo retratado en sus ojos más aptos para ver los portentos de la imaginación que los frutos de la vanalidad. «¿Cómo se llama?» pregunta, y yo quiero inventar un nombre islandés que sea sinónimo de casualidad, pero repito una vez más el mío, tan fácilmente olvidable por todos los burócratas del mundo.

No volví a verlo nunca más, pero el caleidoscopio ordena sus cristales y finalmente me muestra su tumba en Ginebra, donde he estado solo y en silencio, deseando fervientemente despertar, o sumirme en un sueño del que a veces me siento injustamente arrebatado. Un sueño libre de caleidoscopios, y de su irritante costumbre de deformar el presente.

Centro virtual Cervantes. Borges 100 años.

Antonio Machado – Max Aub

Hommage à la Seconde République espagnole proclamée le 14 avril 1931. ¡Salud y República!

Segovia. Statue d’ Antonio Machado. Plaza Mayor devant le Teatro Juan Bravo,

Lo que hubiera dicho Mairena el 14 de abril de 1937

Hoy hace seis años que fue proclamada la segunda República española. Yo no diré que esta República lleve seis años de vida, porque, entre la disolución de las ya inmortales Cortes Constituyentes y el triunfo en las urnas del Frente Popular, hay muchos días sombríos de restauración picaresca, que no me atrevo a llamar republicanos. De modo que, para entendernos, diré que hoy evocamos la fecha en que fue proclamada la segunda gloriosa República española. Y que la evocamos en las horas trágicas y heroicas de una tercera República, no menos gloriosa, que tiene también su fecha conmemorativa- 16 de febrero- y cuyo porvenir nos inquieta y nos apasiona.

Vivimos hoy, 14 de abril de 1937, tan ahincados en el presente y tan ansiosamente asomados a la atalaya del porvenir que, al volver por un momento nuestros ojos a lo pasado, nos aparece aquel día de 1931, súbitamente, como imagen salida, nueva y extraña, de una encantada caja de sorpresas.
¡Aquellas horas, Dios mío, tejidas todas ellas con el más puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia!… Recordemos, acerquemos otra vez aquellas horas a nuestro corazón. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra República de la mano. La naturaleza y la historia parecían fundirse en una clara leyenda anticipada, o en un romance infantil.

La primavera ha venido
del brazo de un capitán.
Cantad, niñas, en corro:
¡Viva Fermín Galán¡

Florecía la sangre de los héroes de Jaca, y el nombre abrileño del capitán muerto y enterrado bajo las nieves del invierno era evocado por una canción que yo oí cantar o soñé que cantaban los niños en aquellas horas.

La primavera ha venido
y don Alfonso se va.
Muchos duques le acompañan
hasta cerca de la mar.
Las cigüeñas de las torres
quisieran verlo embarcar…

 Y la canción seguía, monótona y gentil. Fue aquél un día de júbilo en Segovia. Pronto supimos que lo fue en toda España. Un día de paz, que asombró al mundo entero. Alguien, sin embargo, echó de menos el crimen profético de un loco, que hubiera eliminado a un traidor. Pero nada hay, amigos, que sea perfecto en este mundo.

ANTONIO MACHADO

Juan de Mairena.

Max Aub. Peinture murale dans un collège de Valence.

Max Aub, Campo de los almendros , 1968.

“Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides.”

Max Aub. Le Labyrinthe magique: I. Campo Cerrado, I. Campo Abierto III. Campo de sangre, IV. Campo francés, V. Campo del moro, VI. Campo de los almendros. Traduit de l’espagnol par Claude de Frayssinet. Les Fondeurs de Brique.

Voir l’article de Philippe Lançon dans Libération du 9 juillet 2009: 1936, AUB DU PEUPLE.

https://next.liberation.fr/livres/2009/07/09/1936-aub-du-peuple_569440

Jorge Luis Borges

La cifra, 1981.

Inscripción

De la serie de hechos inexplicables que son el universo o el tiempo, la dedicatoria de un libro no es, por cierto, el menos arcano. Se la define como un don, un regalo. Salvo en el caso de la indiferente moneda que la caridad cristiana deja caer en la palma del pobre, todo regalo verdadero es recíproco. El que da no se priva de lo que da. Dar y recibir son lo mismo.

Como todos los actos del universo, la dedicatoria de un libro es un acto mágico. También cabría definirla como el modo más grato y más sensible de pronunciar un nombre. Yo pronuncio ahora su nombre, María Kodama. Cuántas mañanas, cuántos mares, cuántos jardines del Oriente y del Occidente, cuánto Virgilio.

J.L.B

Buenos Aires, 17 de mayo de 1981.

María Kodama. Jorge Luis Borges.

Shinto

Cuando nos anonada la desdicha,
durante un segundo nos salvan
las aventuras ínfimas
de la atención o de la memoria:
el sabor de una fruta, el sabor del agua,
esa cara que un sueño nos devuelve,
los primeros jazmines de noviembre,
el anhelo infinito de la brújula,
un libro que creíamos perdido,
el pulso de un hexámetro,
la breve llave que nos abre una casa,
el olor de una biblioteca o del sándalo,
el nombre antiguo de una calle,
los colores de un mapa,
una etimología imprevista,
la lisura de la uña limada,
la fecha que buscábamos,
contar las doce campanadas oscuras,
un brusco dolor físico.

Ocho millones son las divinidades del Shinto
que viajan por la tierra, secretas.
Esos modestos númenes nos tocan,
nos tocan y nos dejan.

La cifra, 1981

Shinto

Quand le malheur nous accable,
voici que, l’espace d’une seconde, nous sauvent
les aventures infimes
de l’attention ou de la mémoire:
le goût d’un fruit, le goût de l’eau,
ce visage que nous rend un rêve,
les premiers jasmins de novembre,
l’attirance infinie de la boussole,
un livre que nous pensions avoir perdu,
le battement d’un hexamètre,
cette petite clef qui nous ouvre une maison,
l’odeur du santal ou d’une bibliothèque,
le nom ancien d’une rue,
la couleur d’une mappemonde,
une étymologie insolite,
le poli d’un ongle qu’on a limé,
la date que nous cherchions,
compter les douze coups de l’obscur,
une brusque douleur physique.

Huit millions, les divinités du Shinto
qui voyagent, secrètement, sur la terre.
Ces dieux modestes nous frôlent,
nous frôlent puis s’éloignent.

Les Conjurés, précédé de Le Chiffre, traduit de l’espagnol par Claude Esteban, Gallimard, 1988, p. 69.

Nostalgia del presente

En aquel preciso momento el hombre se dijo:
Qué no daría yo por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de la fruta.
En aquel preciso momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.

La cifra, 1981.

Nostalgia del presente

Á cet instant précis l’homme se dit:
Que ne donnerais-je pour la joie
d’être en Islande à tes côtés
sous le grand jour immobile
et de partager le présent
comme on partage la musique
ou la saveur d’un fruit.
Á cet instant précis
l’homme était près d’elle en Islande

Le chiffre, 1981. Traduit par Silvia Baron Supervielle.

Francis Ponge

Francis Ponge.

Je me souviens de Francis Ponge, d’une conférence de ce poète (ou anti-poète comme Nicanor Parra), peut-être en 1969. Sa poésie était bien loin de notre goût d’alors pour le surréalisme.

J’aimerais pouvoir aller à Paris chez Gibert et acheter la Correspondance Albert Camus- Francis Ponge (1941-1957), publiée en 2013 chez Gallimard. Albert Camus et Francis Ponge se sont rencontrés pour la première fois à Lyon le 17 janvier 1943, en compagnie de leur ami commun, le journaliste résistant, Pascal Pia. Le Parti pris des choses a paru en 1942, tiré à 1 300 exemplaires dans la collection «Métamorphoses» de la NRF, en même temps que L’Étranger (19 mai 1942). Les deux hommes s’écrivent beaucoup entre 1943 et 1945. Ils s’éloignent après 1944 à cause de divergences politiques (l’engagement communiste de Ponge) et/ou personnelles (par exemple, l’amitié entre Camus et Char).

Francis Ponge demande à Albert Camus début mars 1943 s’il connaît l’Ode à Salvador Dalí de Federico García Lorca. Il la décrit comme «un exemple de camaraderie dans l’offensive intellectuelle». Francis Ponge a lu avec grand intérêt le manuscrit du Mythe de Sisyphe dès août 1941. Ce texte sera publié en octobre 1942 par Gallimard. Il taquine Camus et propose même d’ «imaginer Sisyphe paresseux»! Camus s’est inspiré de ses conversations avec Ponge pour développer les arguments des incroyants dans La Peste.

J’ai retrouvé un texte de Ponge que j’aime particulièrement La robe des choses

La robe des choses

Une fois, si les objets perdent pour vous leur goût, observez alors, de parti pris, les insidieuses modifications apportées à leur surface par les sensationnels événements de la lumière et du vent selon la fuite des nuages, selon que tel ou tel groupe des ampoules du jour s’éteint ou s’allume, ces continuels frémissements de nappes, ces vibrations, ces buées, ces haleines, ces jeux de souffles, de pets légers.
Aimez ces compagnies de moustiques à l’abri des oiseaux sous des arbres proportionnés à votre taille, et leurs évolutions à votre hauteur.
Soyez émus de ces grandioses quoique délicats, de ces extraordinairement dramatiques quoique ordinairement inaperçus événements sensationnels, et changements à vue.
Mais l’explication par le soleil et le vent, constamment présente à votre esprit, vous prive de surprises et de merveilles. Sous-bois, aucun de ces événements ne vous fait arrêter votre marche, ne vous plonge dans la stupéfaction de l’attention dramatique, tandis que l’apparition de la plus banale forme aussitôt vous saisit, l’irruption d’un oiseau par exemple.
Apprenez donc à considérer simplement le jour, c’est-à-dire, au-dessus des terres et de leurs objets, ces milliers d’ampoules ou fioles suspendues à un firmament, mais à toutes hauteurs et à toutes places, de sorte qu’au lieu de le montrer elles le dissimulent. Et suivant les volontés ou caprices de quelque puissant souffleur en scène, ou peut-être les coups de vent, ceux que l’on sent aux joues et ceux que l’on ne sent pas, elles s’éteignent ou se rallument, et revêtent le spectateur en même temps que le spectacle de robes changeant selon l’heure et le lieu.

Pièces, Éditions Gallimard, 1961. Poésie/Gallimard n°73, 1995.

(Merci à N. de C. qui a parlé ces derniers jours sur son blog http://patte-de-mouette.fr/ du poème de Francis Ponge, Le savon (Gallimard 1967).

Natalia Ginzburg

Leone et Natalia Ginzburg.

Natalia Ginzburg (Natalia Levi) est une grande romancière italienne. Elle a été aussi traductrice, éditrice chez Einaudi et députée en 1983. Elle naît le 14 juillet 1916 à Palerme et meurt à Rome le 7 octobre 1991.

Elle publie en 1933 la nouvelle Les enfants dans la revue littéraire d’Alberto Carocci, Solaria .
Elle se marie en 1938 avec Leone Ginzburg, né à Odessa le 4 avril 1909. Il est journaliste, écrivain et professeur d’italien, actif dans le mouvement de résistance italien au fascisme Giustizia e Libertà. Elle le suit après sa condamnation à la relégation (confino) à Pizzoli, petit village reculé des Abruzzes. Ils y vivent de juin 1940 à juillet 1943. Á cette époque, naissent leurs trois enfants: Carlo, futur historien, spécialiste de la microhistoire, Andrea, économiste, et Alessandra, psychanalyste.
Ils gardent le contact avec le milieu antifasciste de Turin, En 1942, elle publie son premier roman La Route qui va en ville qu’elle signe d’un pseudonyme: Alessandra Tornimparte.
Après la chute de Mussolini le 25 juillet 1943, la famille gagne clandestinement Rome. Capturé par les Allemands, son mari Leone meurt à la prison de Regina Coeli, assassiné le 5 février 1944, après avoir été torturé par la Gestapo. Natalia exprime ses sentiments sur sa perte dans le poème Mémoire (Memoria).
Elle évoque leur période de confinement dans le texte L’hiver dans les Abruzzes qu’on peut retrouver dans Les petites vertus (Le piccole virtù, 1962. Flammarion, 1964. réédité par Ypsilon éditeur, 2018. Traduction: Adriana R.Salem)
Elle parle simplement des mois difficiles que sa famille a passé dans ce bourg misérable de montagne, où les rares choses sortant d’un ordinaire très rude sont les quelques fruits qu’on peut acheter pour Noël à un paysan rapace.
La fin de ce texte, dont j’avais parlé dans ce blog en décembre 2018, résonne curieusement aujourd’hui dans la période que nous vivons.

http://www.lesvraisvoyageurs.com/2018/12/26/natalia-ginzburg-1916-1991-2/

«Il y a une certaine uniformité monotone dans les destins des hommes. Nos existences se déroulent selon des lois anciennes et immuables, suivant leur ancienne cadence uniforme. Les rêves ne se réalisent jamais ; dès que nous les voyons brisés, nous comprenons soudain que les plus grandes joies de notre vie sont en-dehors de la réalité ; dès que nous les voyons brisés, nous regrettons amèrement le moment où ils brûlaient en nous. Notre destinée s’écoule dans cette alternance d’espérances et de regrets.
Mon mari mourut à Rome dans les prisons de Regina Cœli, peu de mois après que nous eûmes quitté le village. Devant l’horreur de sa mort solitaire, devant les angoisses et les espoirs qui précédèrent sa mort, je me demande si c’est bien à nous que cela est arrivé, à nous qui achetions des oranges chez Giro et allions nous promener dans la neige. Alors je croyais en un avenir facile et joyeux, riche de désirs comblés, d’expériences et d’entreprises en commun. Mais c’était là l’époque la plus heureuse de ma vie, et c’est seulement maintenant, alors qu’elle m’a échappé pour toujours, c’est seulement maintenant que je le sais.»

Inverno in Abruzzo
«C’è una certa monotona uniformità nei destini degli uomini. Le nostre esistenze si svolgono secondo leggi antiche ed immutabili, secondo una loro cadenza uniforme e antica. I sogni non si avverano mai e non appena li vediamo spezzati, comprendiamo a un tratto che le gioie maggiori della nostra vita sono fuori della realtà. Non appena li vediamo spezzati, ci struggiamo di nostalgia per il tempo che fervevano in noi. La nostra sorte trascorre in questa vicenda di speranze e di nostalgie.

Mio marito morì a Roma nelle carceri di Regina Coeli, pochi mesi dopo che avevamo lasciato il paese. Davanti all’orrore della sua morte solitaria, davanti alle angosciose alternative che precedettero la sua morte, io mi chiedo se questo è accaduto a noi, a noi che compravamo gli aranci da Girò e andavamo a passeggio nella neve. Allora io avevo fede in un avvenire facile e lieto, ricco di desideri appagati, di esperienze e di comuni imprese. Ma era quello il tempo migliore della mia vita e solo adesso che m’è sfuggito per sempre, solo adesso lo so.»

Natalia Ginzburg interprète le rôle de Marie de Béthanie dans le film de Pier Paolo Pasolini L’Évangile selon saint Matthieu 1964.

On peut lire aussi Les voix du soir (Le vocci della sera, 1962) publié dans l’édition de poche piccolo des Editions Liana Levi en octobre 2019.

Miguel de Cervantes

Encuentro de Sancho Panza con el Rucio (José Moreno Carbonero 1860-1942) v 1894. Madrid, Museo del Prado.

Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha II Capítulo XLIII. De los consejos segundos que dio don Quijote a Sancho Panza.

” – En lo que toca a cómo has de gobernar tu persona y casa, Sancho, lo primero que te encargo es que seas limpio, y que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos hacen, a quien su ignorancia les ha dado a entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel escremento y añadidura que se dejan de cortar fuese uña, siendo antes garras de cernícalo lagartijero: puerco y extraordinario abuso. No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado, si ya la descompostura y flojedad no cae debajo de socarronería, como se juzgó en la de Julio César. Toma con discreción el pulso a lo que pudiere valer tu oficio, y si sufriere que des librea a tus criados, dásela honesta y provechosa más que vistosa y bizarra, y repártela entre tus criados y los pobres: quiero decir que si has de vestir seis pajes, viste tres y otros tres pobres, y así tendrás pajes para el cielo y para el suelo; y este nuevo modo de dar librea no la alcanzan los vanagloriosos. No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería. Anda despacio; habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo, que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie.»

«En ce qui touche la manière dont tu dois gouverner ta personne et ta maison, Sancho, la première chose que je te recommande, c’est d’être propre et de te couper les ongles, au lieu de les laisser pousser, ainsi que certaines personnes, qui s’imaginent, dans leur ignorance, que de grands ongles embellissent les mains; comme si cette allonge qu’ils se gardent bien de couper pouvait s’appeler ongle, tandis que ce sont des griffes d’éperviers: sale et révoltant abus. Ne parais jamais, Sancho, avec les vêtements débraillés et en désordre: c’est le signe d’un esprit lâche et fainéant, à moins toutefois que cette négligence dans le vêtement ne cache une fourberie calculée, comme on le pensa de Jules-César. Tâte avec discrétion le pouls à ton office, pour savoir ce qu’il peut rendre ; et s’il te permet de donner des livrées à tes domestiques, donne-leur-en une propre et commode, plutôt que bizarre et brillante. Surtout, partage-la entre tes valets et les pauvres; je veux dire que, si tu dois habiller six pages, tu en habilles trois, et trois pauvres. De cette façon, tu auras des pages pour la terre et pour le ciel; c’est une nouvelle manière de donner des livrées, que ne connaissent point les glorieux. Ne mange point d’ail ni d’oignon, crainte qu’on ne découvre à l’odeur ta naissance de vilain. Marche posément, parle avec lenteur, mais non cependant de manière que tu paraisses t’écouter toi-même, car toute affectation est vicieuse. Dîne peu et soupe moins encore; la santé du corps tout entier se manipule dans le laboratoire de l’estomac. Sois tempérant dans le boire, en considérant que trop de vin ne sait ni garder un secret ni tenir une parole. Fais attention, Sancho, à ne point mâcher des deux mâchoires et à n’éructer devant personne.»

Traduction Louis Viardot. 1837.

Portada de la primera edición de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Madrid, Juan de la Cuesta, 1615.

Joan Margarit

Joan Margarit (Ferran Nadeu).

Le poète catalan Joan Margarit a obtenu le Prix Cervantes 2019, le Prix Nobel des langues castillanes.

Com les gavines

Creuant els temporals
s’aprèn a planejar
sobrevolant la vida.
A avançar fent servir
la violència del vent.
Com les gavines.

No era lluny ni difícil . Edicions Proa, Barcelona, 2010.

Como las gaviotas

Cruzando temporales
se aprende a planear.
Sobrevolar la vida
para avanzar usando
la violencia del viento.
Igual que las gaviotas.

No estaba lejos, no era difícil. Visor, Madrid 2011.

Comme les mouettes

En traversant les tempêtes
on apprend à planer.
Survoler la vie
pour avancer en utilisant
la violence du vent.
Telles les mouettes.

(Traduction C.F.) Merci à J.

Elisabeth de Fontenay – Louis Althusser

Louis Althusser chez lui.

Elisabeth de Fontenay dans Gaspard de la nuit. Autobiographie de mon frère. (Stock, 2018 (Prix Femina essai). Folio n°6754. Janvier 2020.) cite aussi un beau texte de Louis Althusser de 1964:

«Quel est l’objet de la psychanalyse? (…) Les effets prolongés dans l’adulte survivant, de l’extraordinaire aventure qui, de la naissance à la liquidation de l’Oedipe, transforme un petit animal engendré par un homme et une femme, en petit enfant humain (…). Que ce petit être biologique survive, au lieu de se survivre enfant des bois devenu petit de loups ou d’ours (…)., telle est l’épreuve que tous les hommes, adultes, ont surmontée: ils sont à jamais amnésiques, les témoins, et bien souvent les victimes de cette victoire, portant au plus sourd, c’est à dire au plus criant d’eux-mêmes, les blessures, infirmités et courbatures de ce combat pour la vie ou pour la mort humaine. Certains, la plupart, en sont sortis à peu près indemnes – ou du moins tiennent à haute voix, à bien le faire savoir; beaucoup de ces anciens combattants en restent marqués pour la vie; certains mourront, un peu plus tard, de leur combat, les vieilles blessures soudain rouvertes, dans l’explosion psychotique, dans la folie, (…) d’autres, plus nombreux, le plus «normalement» du monde, sous le déguisement d’une «défaillance organique». (…) La psychanalyse, en ses seuls survivants, s’occupe (…) de la seule guerre sans mémoire ni mémoriaux, que l’humanité feint de n’avoir jamais livrée, celle qu’elle pense avoir toujours gagnée d’avance, tout simplement parce qu’elle n’est que de lui avoir survécu, de vivre et s’enfanter comme culture dans la culture humaine: guerre qui, à chaque instant, se livre en chacun de ses rejetons, qui ont, projetés, déjetés, rejetés, chacun pour soi dans la solitude et contre la mort, à parcourir la longue marche forcée, qui, de larves mammifères, fait des enfants humains des sujets.»

Ecrits sur la psychanalyse, Freud et Lacan. Stock-Imec, 1993.

Élisabeth de Fontenay -Friedrich Nietzsche

Elisabeth de Fontenay évoque ce texte de Nietzsche dans Gaspard de la nuit. Autobiographie de mon frère. Stock, 2018 (Prix Femina essai). Folio n°6754. Janvier 2020. Dans ce récit, fait de fragments de souvenirs et de réflexions philosophiques, elle rend hommage à son frère cadet, atteint d’un profond handicap. Il a 82 ans. il se prénomme Gilbert-Jean, elle l’appelle Gaspard. Depuis la disparition de leurs parents, elle en a seule la charge. Elle en parle avec pudeur et réserve, ce qui nous repose des maniaques de l’autofiction.

Le Gai Savoir. 1882. Préface à la seconde édition. 1887.

3

« – On devine que je ne voudrais pas me montrer ingrat au moment de prendre congé de cette époque de grave consomption dont je n’ai pas encore épuisé le bénéfice aujourd’hui: de même que je sais assez l’avantage que me procure ma santé aux variations nombreuses sur tous les monolithiques de l’esprit. Un philosophe qui a cheminé et continue toujours de cheminer à travers beaucoup de santés a aussi traversé un nombre égal de philosophies: il ne peut absolument pas faire autre chose que transposer à chaque fois son état dans la forme et la perspective les plus spirituelles, -cet art de la transfiguration, c’est justement cela, la philosophie. Nous ne sommes pas libres, nous philosophes, de séparer l’âme du corps, comme le peuple les sépare, nous sommes encore moins libres de séparer l’âme de l’esprit. Nous ne sommes pas des grenouilles pensantes, des instruments de mesure objective et d’enregistrement aux viscères congelés, – nous devons constamment enfanter nos pensées à partir de notre douleur et leur transmettre maternellement tout ce qu’il y a en nous de sang, de cœur, de feu, de plaisir, de passion, de torture, de conscience, de destin, de fatalité. Vivre – cela veut dire pour nous métamorphoser constamment tout ce que nous sommes en lumière et en flamme, et également tout ce qui nous concerne, nous ne pouvons absolument pas faire autrement. Et pour ce qui est de la maladie: ne serions-nous pas presque tentés de demander s’il nous est seulement possible de nous en dispenser? Seule la grande douleur est l’ultime libératrice de l’esprit, en ce qu’elle est le professeur du grand soupçon, qui fait de tout U un X, un X véritable, authentique, c’est-à-dire l’avant-dernière lettre avant la dernière… Seule la grande douleur, cette longue, lente douleur qui prend son temps, dans laquelle nous brûlons comme sur du bois vert, nous oblige, nous philosophes, à descendre dans notre ultime profondeur et à nous défaire de toute confiance, de toute bonté d’âme, de tout camouflage, de toute douceur, de tout juste milieu, en quoi nous avons peut-être autrefois placé notre humanité. Je doute qu’une telle douleur «améliore» – ; mais je sais qu’elle nous approfondit. Soit que nous apprenions à lui opposer notre fierté, notre ironie, notre force de volonté et agissions comme l’Indien d’Amérique qui, si cruellement qu’il soit martyrisé, se dédommage sur son tortionnaire par la méchanceté de sa langue, soit que, face à la douleur nous nous retirions dans ce néant oriental – on l’appelle nirvana – , dans cet abandon de soi, cet oubli de soi, cet extinction de soi muets, figés, sourds: on ressort de ces longs et dangereux exercices de maîtrise de soi en étant un autre homme, avec quelques points d’interrogation de plus, et surtout avec la volonté d’interroger désormais davantage, plus profondément, plus rigoureusement, plus fermement, plus méchamment, plus calmement que l’on n’avait interrogé jusqu’alors. La confiance dans la vie s’est évanouie: la vie elle-même est devenue problème.

– Que l’on n’aille pas croire toutefois que cela nous ait nécessairement rendus sombres! Même l’amour de la vie est encore possible, – on aime seulement de manière différente. C’est l’amour pour une femme qui suscite des doutes…Le charme exercé par tout ce qui est problématique, la joie prise à l’X est toutefois trop grande, chez de tels hommes plus spirituels, plus spiritualisés, pour ne pas dévorer comme un clair brasier toute la détresse du problématique, tout le danger de l’incertitude, et même toute la jalousie de l’amoureux. Nous connaissons un bonheur nouveau…»

Traduction Patrick Wotling. Garnier-Flammarion 1998.

Friedrich Nietzsche. 1905. Oslo, Musée Munch.