Pablo Neruda II

Parral, pueblo en el que nació Pablo Neruda.

Pablo Neruda, né le 12 juillet 1904 à Parral (province de Linares) dans le sud du Chili, perd sa mère, Rosa Neftalí Basoalto Opazo deux mois après sa naissance. Son père, José del Carmen Reyes Morales (1872-1938) s’installe à Temuco, capitale de la région d’Araucanie et de la province de Cautín en 1905 et se remarie en 1906 avec doña Trinidad Candia Malverde (La mamadre) (1869-1938). Il évoque cette belle figure dans son autobiographie en vers, Memorial de Isla Negra (1964).

Trinidad Candia Malverde. 1927.

La mamadre


La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
de sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita
menuda y apagándose,
encendiéndose
para que todos vean el camino.

Oh dulce mamadre
—nunca pude
decir madrastra—,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro
de la casa
y tu humildad ubicua
desgranando
el áspero
cereal de la pobreza
como si hubieras ido
repartiendo
un río de diamantes.

Ay mamá, cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía
yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura,
al pequeño ataúd
donde por vez primera estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco.

Memorial de Isla Negra, 1966.

Temuco (Chile). Arrayán (Luma apiculata), appelé aussi arrayán chileno.

Pablo Neruda I

Pablo Neruda

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda) est né le 12 juillet 1904 à Parral (province de Linares) dans le sud du Chili. Sa mère, Rosa Neftalí Basoalto Opazo, institutrice, meurt de tuberculose deux mois après sa naissance. Son père, José del Carmen Reyes Morales, est employé des chemins de fer chiliens.

La famille s’installe à Temuco, capitale de la région d’Araucanie et de la province de Cautín, à 670 km de Santiago en 1905. Le jeune Ricardo y passe son enfance. Son père se remarie en 1906 en secondes noces avec doña Trinidad Candia Malverde (La mamadre).

«Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos, dulces días sobre la avena,
y la barba dorada de mi padre saliendo
hacia la majestad de los ferrocarriles. » (Canto general, 1950)

«J’eus pour enfance des souliers mouillés, des troncs brisés
tombés dans la forêt, dévorés par les lianes
et les scarabées, j’eus des journées douces sur l’avoine
et la barbe dorée de mon père partant
pour la majesté des chemins de fer. » (Chant général, 1977 pour la traduction française de Claude Couffon, Editions Gallimard)

Il aurait choisi en 1920 son nom de plume après la lecture des Contes de Mala Strana de l’écrivain et poète tchèque Jan Neruda (1834-1891 (le patronyme Neruda signifiant en tchèque «pas de la famille»).

En 1924, il publie Vingt poèmes d’amour et une chanson désespérée (Veinte poemas de amor y una canción desesperada). En 1927, il devient diplomate, consul ad honorem à Rangoon. Il commence à rédiger le recueil Résidence sur la terre (Residencia en la tierra), publié en septembre 1935 à Madrid.

À partir de 1935, il est consul en Espagne où il entretient des relations amicales avec Federico García Lorca qu’il avait connu à Buenos Aires en octobre 1933 et les poètes de la génération de 1927. Il s’installe à Madrid dans la «Maison des fleurs», dans le quartier d’Argüelles.

En 1939, il organise l’immigration au Chili de plus de 2 000 républicains espagnols à bord du Winnipeg.

Après Gabriela Mistral en 1945 et Miguel Ángel Asturias en 1967, Pablo Neruda devient le troisième écrivain d’Amérique latine à obtenir le prix Nobel de littérature le 21 octobre 1971.

Le coup d’État du 11 septembre 1973 au Chili renverse le président Salvador Allende. La maison de Pablo Neruda à Santiago est saccagée et ses livres brûlés. Le poète meurt le 23 septembre 1973 à la clinique Santa María de Santiago, officiellement d’un cancer de la prostate. L’inhumation de son corps, transporté depuis sa maison saccagée jusqu’au cimetière central de Santiago, devient, malgré la surveillance policière, la première manifestation publique de protestation contre la junte militaire dirigée par Augusto Pinochet.

Madrid, Casa de las Flores.

Rafael Alberti

Rafael Alberti.

Elegía

La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.

¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
Su dedo, blanco velero,
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.

¡Cómo lo miraba yo
morir, desde mi balcón!.

La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.

Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.

Marinero en tierra, 1924.

El poema tiene una historia curiosa. Rafael Alberti habla en sus memorias (La arboleda perdida, 1959) de “una niña de doce o trece años, a quien en los largos primeros meses de mi enfermedad [una afección pulmonar padecida a los 18 años] contemplaba abstraída ante un atlas geográfico tras los cristales encendidos de su ventana. Desde la mía, sólo un piso más alta, veía cómo su dedo viajaba lentamente por los mares azules…”. Y añade: “Ella fue mi callado consuelo durante muchos atardeceres”. “Esta pura y primitiva imagen… me acompañó por largo tiempo, llegando a penetrar hasta en canciones de mi Marinero en tierra…”. Pero la niña no murió; simplemente, se hizo mayor y salió de la vida del poeta, quien afirma: “se me borró del todo, muriéndoseme verdaderamente”. Como puede verse, Elegía constituye, pues, una transformación de aquel recuerdo en poesía.

Esa afección pulmonar le obligó al joven poeta a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro, comenzó a trabajar los versos que luego formarían Marinero en tierra.

(Merci à Catherine I. de m’avoir rappelé ce poème)

Antonio Machado

Antonio Machado 1925. (Leandro Oroz Lacalle).

Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, 1936.

«Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.»

«Es muy posible que, entre nosotros, el saber universitario no pueda competir con el folklore, con el saber popular. El pueblo sabe más, y sobre todo, mejor que nosotros. El hombre que sabe hacer algo de un modo perfecto –un zapato, un sombrero, una guitarra, un ladrillo– no es nunca un trabajador inconsciente, que ajusta su labor a viejas fórmulas y recetas, sino un artista que pone toda su alma en cada momento de su trabajo. A este hombre no es fácil engañarle con cosas mal sabidas o hechas a desgana.»

«Cuando se ponga de moda el hablar claro, ¡veremos!, como dicen en Aragón. Veremos lo que pasa cuando lo distinguido, lo aristocrático y lo verdaderamente hazañoso sea hacerse comprender de todo el mundo, sin decir demasiadas tonterías. Acaso veamos entonces que son muy pocos en el mundo los que pueden hablar, y menos todavía los que logran hacerse oír.»

Juan de Mairena. Traduit de l’espagnol par Marguerite Léon. Préface de Jean Cassou.
Collection Les Essais (n° 75), Gallimard. Parution : 30-08-1955

Jorge Luis Borges e Islandia

Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.

Adolfo Bioy Casares, Borges, Editorial Destino, 2006.

«BORGES: Un viaje es una serie de incomodidades.
BIOY: Sí, pero son incomodidades que se transforman en buenos recuerdos. No se puede pedir nada más que buenos recuerdos.
BORGES: Es cierto. Hay que pedir un buen pasado. Lo único a que puede un hombre aspirar es a un buen pasado. No: quizá también se pueda aspirar a un buen futuro. Lo que es imposible es un buen presente. El que pide un buen presente no tiene noción de la realidad.»

Jorge Luis Borges sentía una misteriosa fascinación por Islandia. Visitó el país tres veces: en 1971, 1976 y 1982. Se casó con María Kodama bajo el culto de los dioses paganos Odin y Thor y oficialmente en abril de 1986. Falleció en Ginebra dos meses más tarde el 14 de junio de 1986. Tenía 86 años.

Cita con Maria Kodama. Entrevista (Clarín, 31/07/2016)

“–En el libro usted habla del amor que Borges sentía aunque no lo decía “hasta que me lo reveló en Islandia”. ¿Qué pasó en Islandia?
Y es aquí cuando María Kodama más se sonroja y se ríe.
–Islandia fue el principio de una relación de amor muy especial entre él y yo. Se manifiesta en Islandia porque ir allí fue la materialización de una historia que venía de antes.
–¿Hasta ese momento usted era sólo una discípula?
–No, mucho mucho antes era una discípula… Pero en términos literarios estaba muy bien que fuera en Islandia.”

Lápida de Borges. Cementerio de Plainpalais, Ginebra, Suiza.

Borges está enterrado en el cementerio de Plainpalais de Ginebra. En la lápida de su tumba aparece tallada la imagen de siete guerreros que blanden sus armas. Y, debajo, una frase en anglosajón (inglés antiguo) que pertenece a un antiguo poema que conmemora la batalla de Maldon, ocurrida en el año 991, en el que un ejército sajón debió enfrentar a una horda de vikingos. La frase es AND NE FORTHEDON NA, “y que no temieran”, parte de la arenga que el líder sajón dio a sus hombres antes de la batalla: les dijo que no temieran ante la muerte, y que tuvieran coraje.

En el reverso está también tallada una frase: “Hann tekr sverðit Gram ok leggr í meðal þeira bert”, que proviene de la Völsunga saga, una serie de relatos escrita en el siglo XIII (su padre, Jorge Guillermo Borges 1874 – 1938, se la regaló en inglés cuando era un adolescente). Significa: “Él tomó la espada Gram y la colocó entre ellos desenvainada”. Es a su vez el epígrafe de un cuento de Borges, “Ulrica“, incluido en El libro de arena (1975), único relato de amor del autor y cuyo protagonista se llama Javier Otálora. Debajo hay una talla de un barco que fue tomado de una piedra vikinga. Ese barco simboliza la eternidad y el viaje final del hombre. y bajo ésta se puede ver una tercera inscripción: «De Ulrica a Javier Otárola», lo que permite interpretar esta última inscripción como una dedicatoria de María Kodama a Jorge Luis Borges. La segunda mujer del escritor argentino encargó la talla de la lápida al escultor argentino Eduardo Longato.

Lápida de Borges. Cementerio de Plainpalais, Ginebra, Suiza.

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges en Madrid en 1980 (Antonio Suárez).

A Islandia

De las regiones de la hermosa tierra
que mi carne y su sombra han fatigado
eres la más remota y la más íntima,
Última Thule, Islandia de las naves,
Del terco arado y del constante remo,
de las tendidas redes marineras,
de esa curiosa luz de tarde inmóvil
que efunde el vago cielo desde el alba
y del viento que busca los perdidos
Velámenes del viking. Tierra sacra
que fuiste la memoria de Germania
y rescataste su mitología
de una selva de hierro y de su lobo
y de la nave que los dioses temen,
labrada con las uñas de los muertos.
Islandia, te he soñado largamente
desde aquella mañana en que mi padre
le dio al niño que he sido y que no ha muerto
una versión de la Völsunga Saga
que ahora está descifrando mi penumbra
con la ayuda del lento diccionario.
Cuando el cuerpo se cansa de su hombre,
cuando el fuego declina y ya es ceniza,
bien está el resignado aprendizaje
de una empresa infinita; yo he elegido
el de tu lengua, ese latín del Norte
que abarcó las estepas y los mares
de un hemisferio y resonó en Bizancio
y en las márgenes vírgenes de América.
Sé que no lo sabré, pero me esperan
los eventuales dones de la busca,
no el fruto sabiamente inalcanzable.
Lo mismo sentirán quienes indagan
los astros o la serie de los números…
Sólo el amor, el ignorante amor, Islandia.

El oro de los tigres, 1972.

A l’Islande

De tous les pays de ce monde de beauté
que lassèrent ma chair et l’ombre de ma chair
nul n’est plus près du fond intime de mon coeur
que toi, Thulé dernière, Islande des vaisseaux,
de la constante rame et du soc obstiné,
des filets de pêcheur tendus comme des murs,
de cette étrange lumière de soir figé
qu’épand le vague ciel entre deux lentes nuits,
du vent qui cherche les voilures égarées
du Viking; terre sainte à qui la Germanie
dut sa mémoire, dut le rachat de ses mythes,
dut ta forêt de fer et son loup et la nef
faite d’ongles de morts, horrible aux dieux eux-mêmes.
Islande, j’ai rêvé de toi bien longuement
depuis ce vieux matin où mon père donna
à l’enfant que j’étais et que je suis encore
une version de la Völsunga Saga;
ma pénombre aujourd’hui s’attaque au texte même
non sans l’aide parfois du lent dictionnaire.
Un jour vient où le corps se lasse de son homme,
un jour vient où le feu décline et devient cendre;
heureux alors l’apprentissage résigné
d’une science interminable. J’ai choisi
ta langue, ce latin du Nord qui domina
les steppes et les océans d’un hémisphère,
qu’entendirent Byzance et la vierge Amérique.
Vraiment la posséder, je m’en sais incapable,
mais les dons hasardeux de la quête m’attendent;
j’en oublierai le fruit doctement défendu.
Font-ils mieux, les chercheurs d’étoiles ou de nombres?
Islande, à toi l’amour, seul l’ignorant amour.

L’or des tigres. 1976. Editions Gallimard. Mis en vers français par Ibarra.

Islandia

Qué dicha para todos los hombres,
Islandia de los mares, que existas.
Islandia de la nieve silenciosa y del agua ferviente.
Islandia de la noche que se aboveda
sobre la vigilia y el sueño.
Isla del día blanco que regresa,
joven y mortal como Baldr.
Fría rosa, isla secreta
que fuiste la memoria de Germania
y salvaste para nosotros
su apagada, enterrada mitología,
el anillo que engendra nueve anillos,
los altos lobos de la selva de hierro
que devorarán la luna y el sol,
la nave que Alguien o Algo construye
con uñas de los muertos.
Islandia de los cráteres que esperan,
y de las tranquilas majadas.
Islandia de las tardes inmóviles
y de los hombres fuertes
que son ahora marineros y barqueros y párrocos
y que ayer descubrieron un continente.
Isla de los caballos de larga crin
que engendran sobre el pasto y la lava,
isla del agua llena de monedas
y de no saciada esperanza.
Islandia de la espada y de la runa,
Islandia de la gran memoria cóncava
que no es una nostalgia.

Historia de la noche, 1977.

Islande

Quelle joie pour tous les hommes,
Islande des mers, que tu existes.
Islande de la neige silencieuse et de l’eau fervente.
Islande de la nuit comme une voûte
sur la veille et le sommeil.
Islande du jour blanc qui revient,
jeune et mortel comme Baldr.
Froide rose, île secrète
qui fus la mémoire de Germanie
et préservas pour nous
sa mythologie éteinte, enterrée,
l’anneau qui engendre neuf anneaux,
les grands loups de la forêt de fer
qui dévoreront le lune et le soleil,
la nef que Quelqu’un ou Quelque chose construit
avec des ongles de morts.
Islande des cratères qui attendent,
et des tranquilles troupeaux de brebis.
Islande des soirs immobiles
et des hommes forts
qui sont maintenant matelots et bateliers et paroissiens
et qui hier découvrirent un continent.
Islande des chevaux à longs crins
qui engendrent sur l’herbe et la lave,
île à l’eau pleine de monnaies
et à l’espoir non rassasié.
Islande de l’épée et de la rune,
Islande de la grande mémoire concave
qui n’est pas une nostalgie.

Histoire de la nuit, 1977. Mis en vers français par Ibarra. Éditions Gallimard, 1983.

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges. 1921.

Gunnar Thorgilsson
(1816 – 1879)

La memoria del tiempo
está llena de espadas y de naves
y de polvo de imperios
y de rumor de hexámetros
y de altos caballos de guerra
y de clamores y de Shakespeare.
Yo quiero recordar aquel beso
con el que me besabas en Islandia.

Historia de la noche, 1977.

Gunnar Thorgilsson
(1816 – 1879)

La mémoire du temps
Est pleine d’épées et de navires
Et de poudre d’empires
Et de rumeurs d’hexamètres
Et de hauts coursiers de guerre
Et de clameurs et de Shakespeare.
Je veux me souvenir du baiser
Que tu me donnais en Islande.

Jorge Luis Borges. Histoire de la nuit, 1977. (Traduit par Silvia Baron Supervielle). Poèmes d’amour. NRF, Gallimard, 2004.

Nostalgia del presente

En aquel preciso momento el hombre se dijo:
Qué no daría yo por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de la fruta.
En aquel preciso momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.

La cifra, 1981.

Nostalgie du présent

Á cet instant précis l’homme se dit:
Que ne donnerais-je pour la joie
d’être en Islande à tes côtés
sous le grand jour immobile
et de partager le présent
comme on partage la musique
ou la saveur d’un fruit.
Á cet instant précis
l’homme était près d’elle en Islande

Le chiffre, 1981. (Traduit par Silvia Baron Supervielle). Poèmes d’amour. NRF, Gallimard, 2004.

Volcan Hekla (Islande). 1 488 m. La croyance locale voulait que ce soit l’entrée des Enfers.

Miguel Hernández 1910 – 1942

Miguel Hernández amortajado (Eusebio de Oca), 1942.

El País, 11/05/2014 Una sentencia que llegó al Supremo y al Constitucional

La condena a muerte del poeta Miguel Hernández fue injusta y su proceso estuvo plagado de irregularidades, según los familiares del escritor, que falleció en una cárcel de Alicante, en 1942 y la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante. La familia de Miguel Hernández inició en 2010 una cruzada para que un tribunal democrático anulara la sentencia por la que un consejo de guerra franquista condenó a muerte al poeta en 1940. Franco le conmutó la pena a 30 años para evitar que se convirtiera en otro Lorca, pero en 1942, como consecuencia de las duras condiciones de la prisión, falleció. Los descendientes del poeta acudieron al Supremo con el objetivo de que quedara claro que aquel 28 de marzo de 1942 murió un hombre “inocente”, en palabras de su nuera, Lucía Izquierdo.
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, un año más tarde, en febrero de 2011 denegó la revisión de la sentencia del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández. El Tribunal rechazó la petición de la familia del poeta para interponer recurso extraordinario de Revisión, frente a la sentencia de fecha 18 de enero de 1940, dictada por el Consejo de guerra Permanente número 5 de Madrid contra Miguel Hernández, como autor de un delito de Adhesión a la Rebelión previsto en el artículo 238.2º del Código de Justicia Militar del año 1890.
La Sala denegó la interposición del recurso por inexistencia de los presupuestos del mismo, “según lo dispuesto en la ley de Memoria Histórica”, dado que dicha condena producida por motivos políticos e ideológicos ha sido reconocida por esta ley como radicalmente injusta, y declarada su ilegitimidad por vicios de fondo y forma, careciendo actualmente de vigencia jurídica.
Los familiares no se dieron por vencidos y acudieron al Tribunal Constitucional para plantear la nulidad de la condena a muerte del poeta en 1940. En un auto, del 26 de septiembre de 2012, el Alto Tribunal tampoco admitió a trámite el recurso de amparo presentado por la familia de Miguel Hernández en el que solicitaba la inconstitucionalidad de la resolución del Tribunal Supremo inadmitiendo la demanda de revisión de la sentencia que, en 1940 en un juicio sumarísimo y sin ningún tipo de garantías, condenó a muerte al inmortal poeta, según informó la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica.
El abogado de la familia, Carlos Candela, lamentó que el Tribunal “no examine a fondo el recurso” y se limite en unas pocas frases a “manifestar la inexistencia de violación de un derecho fundamental tutelable de amparo”, según dijo Candela.

El País, 18/06/2019
La Universidad de Alicante, tras la petición de un familiar, elimina de dos artículos digitales el nombre del alférez que participó en el consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández

Miguel Hernández salió de la cárcel de Sevilla inesperadamente en septiembre de 1939 y volvió a Orihuela. Fue delatado y detenido en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid. Fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940 por un Consejo de Guerra presidido por el juez Manuel Martínez Margallo en el que actuó como secretario el alférez Antonio Luis Baena Tocón. José María de Cossío y otros intelectuales amigos, entre ellos Luis Almarcha Hernández, amigo de la juventud y vicario general de la diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por él y se le conmutó la pena de muerte por la de treinta años de cárcel. También entonces influyó mucho la gestión del propio Cossío, que acudió al secretario de la Junta Política de FET y de las JONS, Carlos Sentís, y a Rafael Sánchez Mazas, vicesecretario de la misma, pero que tenía relación con el general José Enrique Varela, Ministro del Ejército, que en carta le contestó a Sánchez Mazas a mitad de 1940: “Tengo el gusto de participarle que la pena capital que pesaba sobre Don Miguel Hernández Gilabert, por quien se interesa, ha sido conmutada por la inmediata inferior, esperando que este acto de generosidad del Caudillo, obligará al agraciado a seguir una conducta que sea rectificación del pasado”. Pasó luego a la prisión de Palencia, donde decía que no podía llorar, porque las lágrimas se congelaban por el frío; en septiembre de 1940 y en noviembre, al penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema. Fue enterrado el 30 de marzo, en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante.

Manuel Martínez Margallo
Hasta hace poco, no se conocía qué juez había condenado a Miguel Hernández a muerte, aunque después se le conmutó por 30 años de cárcel. Lo reveló Juan Antonio Ríos Carratalá, autor del libro «Nos vemos en Chicote» (Renacimiento), publicado este año (2019), en el que se cuenta cómo en el popular bar de la Gran Vía de Madrid compartían tragos los periodistas y escritores que serían procesados con quienes serían sus jueces. En este caso, está la figura de Manuel Martínez Margallo, que pasó de ser escritor de revistas humorísticas como «La Codorniz» a juez de sus compañeros de profesión. Firmaba sus relatos como Manuel Lázaro. «Y se entregó con inquina inimaginable», cuenta el biografo de Miguel Hernández, José Luis Ferris.

Wikipedia Antonio Luis Baena Tocón (1915-1998) fue un militar y funcionario español que, en los años posteriores a la guerra civil española, formó parte de diversos tribunales militares de la dictadura de Francisco Franco.

Entre 1939 y 1943, con la graduación de alférez, Baena Tocón fue destinado al Juzgado Especial de Prensa,encargado de perseguir y depurar a aquellas personas que hubiesen escrito en medios de comunicación durante la República. A las órdenes del juez instructor se encargó de investigar la Hemeroteca Municipal de Madrid, anotando los nombres de escritores y periodistas junto con comentarios sobre el carácter de los presuntos delitos que habrían cometido en sus piezas literarias.

Además, fue miembro de varios consejos de guerra relacionados con el Juzgado Especial de Prensa, destacando el instruido contra el poeta Miguel Hernández, condenado a muerte en marzo de 1940 –la pena fue posteriormente conmutada por 30 años de prisión–. Baena Tocón figuró como secretario del mismo, a pesar de no tener la titulación necesaria para ello al haber aprobado tan solo unas pocas asignaturas de Derecho.

En junio de 1966 Antonio Luis Baena Tocón fue nombrado interventor delAyuntamiento de Córdoba, puesto que desempeñó hasta su jubilación. Anteriormente había sido habilitado como viceinterventor de la Diputación Provincial. Ambas plazas, como era normal durante la dictadura, fueron otorgadas en virtud de sus méritos al servicio del régimen.

En junio de 2019 la Universidad de Alicante, a solicitud de su hijo, borró de sus archivos digitales toda referencia a la participación de Antonio Luis Baena Tocón en el juicio a Miguel Hernández. Rápidamente se generó un efecto Streisand, convirtiendo el nombre de Baena Tocón en trending topic.

Miguel Hernández (Sciammarella). El País, 19 de junio de 2019.

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges.

Nubes I

No habrá una sola cosa que no sea
una nube. Lo son las catedrales
de vasta piedra y bíblicos cristales
que el tiempo allanará. Lo es la Odisea,
que cambia como el mar. Algo hay distinto
cada vez que la abrimos. El reflejo
de tu cara ya es otro en el espejo
y el día es un dudoso laberinto.
Somos los que se van. La numerosa
nube que se deshace en el poniente
es nuestra imagen. Incesantemente
la rosa se convierte en otra rosa.
Eres nube, eres mar, eres olvido.
Eres también aquello que has perdido.

Los conjurados, 1985.

Nuages I

Pas une chose au monde qui ne soit
nuage. Nuages, les cathédrales,
pierre imposante et bibliques verrières,
qu’aplanira le temps. Nuage l’Odyssée,
mouvante, comme la mer, neuve
toujours quand nous l’ouvrons. Le reflet
de ta face est un autre, déjà, dans le miroir
et le jour, un labyrinthe impalpable.
Nous sommes ceux qui partent. Le nuage
nombreux qui s’efface au couchant
est notre nuage. Telle rose
en devient une autre, indéfiniment.
Tu es nuage, tu es mer, tu es oubli.
Tu es aussi ce que tu as perdu.

Les Conjurés, Traduction par Claude Esteban. Oeuvres complètes. Bibliothèque de la Pléiade. NRF. Tome II.

Nubes II

Por el aire andan plácidas montañas
o cordilleras trágicas de sombra
que oscurecen el día. Se las nombra
nubes. Las formas suelen ser extrañas.
Shakespeare observó una. Parecía
un dragón. Esa nube de una tarde
en su palabra resplandece y arde
y la seguimos viendo todavía.
¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura
del azar? Quizá Dios las necesita
para la ejecución de Su infinita
obra y son hilos de la trama oscura.
Quizá la nube sea no menos vana
que el hombre que la mira en la mañana.

Los conjurados, 1985.

Nuages II

Passent dans l’air de placides montagnes
ou de tragiques massifs d’ombres,
offusquant le jour. On les nomme nuages.
Leurs formes sont étranges,
Shakespeare en observa une, qui ressemblait
à un dragon. Ce nuage d’une soirée
étincelle dans sa parole et flambe encore
et nous ne cessons plus de le voir.
Que sont-ils ces nuages? Architecture
du hasard? Dieu, peut-être, les veut ainsi
pour que Son œuvre infinie s’accomplisse.
Ils sont le fil de quelque trame obscure.
Le nuage, peut-être, est aussi vain
que l’homme qui le voit dans le matin.

Les Conjurés, Traduction par Claude Esteban. Oeuvres complètes. Bibliothèque de la Pléiade. NRF. Tome II.

Madrid, Círculo de Bellas Artes (Antonio Palacios Ramilo). Terrasse. 1921-1926.

Piedad Bonnett

Piedad Bonnett.

Apelación

Muerte, vieja fisgona, solapada alcahueta,
descarada inquilina de cuerpos aún calientes,
militante secreta de la nada,
boca oscura que a todos nos devoras
y a todos nos trituras
y a todos nos escupes convertidos en polvo:
ya te estoy esperando,
ya vi tu ojo de sangre sonreírme
y me escupió tu rancio aliento el rostro.
Por ti este sol que hace nacer las sombras duele tanto
y el día se hace breve como un gesto;
hace ya muchos días que por dentro te llevo,
que por mí te derramas como un cáncer espeso.
Aquí estoy, dócil presa a tu avidez rendida:
arráncame los ojos con tu mano enlodada, prívame de la herida de la tarde,
del oso embravecido que pinta aquella nube,
de la mancha escarlata del envés de esta hoja.
Devórame la piel,
niégame el humo
que al borde de la noche huele a infancia.
Rompe todas las cuerdas, destruye los violines,
gangrena las gargantas de los pájaros.
Destroza mi estructura hueso a hueso,
conviérteme en arena, en polvo, en nada,
pero déjame, virgen asesina,
la inocente ilusión de la palabra.


De círculo y ceniza, 1989.